Horas críticas del Seguro Familiar de Salud y la voluntad política
La salud es esencial para todos los seres humanos, la misma tiene un valor inconmensurable, así quedó al descubierto por la crisis sanitaria mundial generada por la pandemia, que de pronto sacudió los cimientos del poder mundial, que volcó todos los recursos existentes para desvelar el misterio del coronavirus (Covid-19), su decodificación genética y en tiempo récord, los investigadores científicos pusieron a disposición de las diferentes naciones la vacuna.
La inversión en el sector salud en muchas naciones alcanzó niveles sin precedentes, a la vez que el PIB descendía estrepitosamente, y los niveles de pobreza a nivel global retrocedía a niveles de cincuenta años atrás, según informe del Banco Mundial. Es en este punto que los empresarios, gobiernos y organismos internacionales, fortalecen sus convicciones de que sin salud no hay desarrollo.
He traído estas reflexiones a propósito de las demandas del Colegio Médico Dominicano (CMD), que exige algunos reajustes de las tarifas de sus honorarios, y otras reivindicaciones no menos importantes en favor de los afiliados al Seguro Familiar de Salud, entre ellos el aumento del dinero asignado a la compra de medicamentos, porque en realidad ocho mil pesos dominicanos al año son insuficientes para cubrir los costos a los pacientes crónicos, este punto es indiscutible, aunque debemos poner sobre el tapete la necesidad de crear la cultura del uso de medicamentos genéricos, el ahorro sería sustancial, y obvio que los fármacos de la industria seguirán siendo armas terapéuticas imprescindibles para el tratamiento de muchas patologías.
El Consejo Nacional de la Seguridad Social (CNSS), es el órgano rector de la seguridad social en la República Dominicana, por esta razón y no otra, el sr. Presidente de la República apegado a los dictámenes de la Constitución de la República, designó una Comisión Especial, bajo la rectoría del CNSS, para que arbitrar la situación creada a raíz de las demandas del CMD, que pasó del enunciado a la acción suspendiendo algunas Administradoras de Riesgos de Salud (ARS), y hasta produciendo desafiliaciones forzadas de los médicos miembros de las sociedades médicas especializadas, hay quienes consideran que estas acciones perjudican a los afiliados, y cuestionan su efectividad como mecanismo de presión.
Las Administradoras de Riesgos de Salud (ARS), son entidades públicas, privadas o mixtas, descentralizadas, con personalidad jurídica, autorizadas por la Superintendencia de Salud y Riesgos Laborales (SISALRIL), a asumir y administrar el riesgo de la provisión del Plan Básico de Salud a una determinada población afiliada al Seguro Familiar de Salud. Las coberturas son fijadas por la SISALRIL, distinto a los Seguros de Salud Privado, que estas no están sujeta a ese organismo de la Seguridad Social, por lo tanto las ARS no fijan las reglas de juego, les vienen conferidas por la SISALRIL.
El Colegio Médico ha lanzado un grito de guerra, porque han aprobado un paquete de medidas sin su consenso, cuando la Comisión Especial designada por el presidente tenía como misión lograr la paz sanitaria, la paz laboral y la relación armoniosa gobierno entre todos los actores del SFS, y sobre todo con el Colegio Médico Dominicano, que es la institución que está solicitando los puntos de todos conocidos, y que una salida consensuada era lo ideal, y debemos reconocer que el tono del discurso del portavoz del colegio era conciliatorio, no había necesidad de apresurarse a preparar una resolución, la Comisión Especial designada por el presidente decidió el camino más corto “ganar por forfait”, como se dice en argot beisbolero, ustedes fueron designados para apagar el incendio, para contribuir a la paz sanitaria y laboral, ha sido peor la cura que la enfermedad.
Vamos a dar un vistazo a la Resolución No.563-01, Bernardo Matías, antropólogo social y cultural, experto en el tema de la seguridad social en su interesante Columna Tocando el fondo, publica en Acento.com.do, Una negociación que afecta el bolsillo de los afiliados, inicia afirmando que es una negociación distanciada de uno de los principales pilares de un sistema de salud y seguridad social: la equidad.
Hace una disección como si fuese un cirujano, establece que los recursos a ser aumentados en los diferentes renglones, en el que dicho sea de paso sale bien librada ANDECLIP, saldrán de los dependientes adicionales, que son aquellos que no forman parte del núcleo familiar del afiliado titular y dependen de él, les aumentarán la cápita de RD$1,490.14 a RD$ 1,555.14 por cada uno, esto sumará la frívola cantidad de RD$4,665.42 millones de pesos, debemos recordar que en septiembre del año 2022, a ellos se les subió la cápita de RD$1,327.8I, esto significó una diferencia de 162.33 pesos, es decir, hablando de gasto de bolsillo, tienen derrengado a los dependientes adicionales.
El Colegio Médico Dominicano, su portavoz, el presidente Dr. Senén Caba, rechazó la resolución del CNSS, calificándola de burla, y con asombro inocultable manifestó que eso nunca se había hecho, que la primera habilidad de los liderazgos es llegar a un consenso, calificó de traición al diálogo por el CNSS y que esta acción trae la necesaria reacción la profundización de la lucha, a lo interno del colegio consideran la resolución 563-01 del CNSS como ¡Un paño con pasta!
Me permito hacer algunas sugerencias, hay que retomar el camino de la negociación entre el gobierno y el colegio médico, razones por las cuales le sugerimos que el CMD, realice una reunión o taller de trabajo con expertos de la seguridad social, actuarios, economistas de salud, economistas especialistas en presupuestos y políticas públicas, con la finalidad de identificar las probables fuentes de financiamientos extras de alrededor de 19 mil millones de pesos, tomando en consideración que la resolución 563-01, son del orden de 6 mil millones, estamos hablando harían falta 13 mil millones de pesos.
Magdalena Rathe, economista y experta en financiamiento a los sistemas de salud, sugiere en su artículo: De lo que no se habla en la crisis actual del Seguro Familiar de Salud, publicado en acento.com, cito: “Hemos llegado a un punto en el que el Estado tiene que asumir su rol de rectoría, dejar atrás su actitud pasiva y reactiva y asumir los cambios estratégicos que necesita el sistema. Y esto lo puede hacer independientemente de que se modifique o no la Ley 87-01.”
El presidente Luis Abinader, un presidente caracterizado por escuchar, y buscarle la vuelta a resolver los problemas críticos que tienen que ver con los servicios a los dominicanos, como lo demostró en el manejo ejemplar de la pandemia del covid-19, que nuestro país se convirtió en un ejemplo a nivel mundial, cuando la inseguridad alimentaria se convirtió en espada de Damocles, a nivel global hasta para países de economías ejemplares, y en nuestro país el gobierno con los productores y empresarios de la industria, se tomaron las medidas pertinentes y oportunas, y aquí no hubo grandes dificultades, en tal virtud, hago un llamado al presidente para que coja el toro por los cuernos, y se identifiquen fórmulas para resolver el impasse sin afectar el “bolsillo de los afiliados”, y el colegio médico comprometido con la salud del pueblo dominicano, llegue a acuerdos honorables para las partes sin poner en riesgo la sostenibilidad financiera del Servicio Nacional de Salud.
La sociedad dominicana quiere y necesita la paz sanitaria, no podemos permitir que un reclamo reivindicativo de un sector de servicios como los médicos se convierta en un problema social de mayor envergadura y sea aprovechado en un año preelectoral para detonar una crisis política.
El presidente Luis Abinader y el Dr. Senén Caba están convocados por la madurez del tiempo y la necesaria paz del sector salud.