10 Lugares más peligrosos para tener sexo
Hay personas que aman sentir cómo la adrenalina corre por todo su cuerpo al momento de tener relaciones sexuales, viviendo así una especie de catarsis, rompiendo con cualquier tipo de atadura o represión para poder liberar ese instinto sexual que todos tenemos.
Aunque, ¡cuidado!, pues como indica tuvozenvida.com, no todos los sitios son seguros para vivir una experiencia sexual. En De10.mx te damos una lista con los 10 lugares más peligrosos para tener sexo.
1. El sofá. Quizá la sala sea uno de los sitios más comunes en donde las parejas mantienen relaciones sexuales, aunque en realidad los sillones no siempre son el lugar más cómodo, pues por sus dimensiones podría resultar algo incómoda la experiencia y además, no descartes la posibilidad de que haya una rotura o que se salga algún resorte.
2. Las escaleras. Hay quienes podrían pensar que tener sexo en las escaleras resulta ser una experiencia novedosa y placentera; sin embargo, si lo piensas bien, podrías poner en riesgo tu integridad, pues cabe la posibilidad de sufrir un grave accidente: rodando por ellas o golpeándote en la cabeza o en la cintura con algún escalón o cayendo desde lo más alto si se rompe el barandal.
3. El automóvil. Para muchos puede ser el sitio ideal para vivir una grata experiencia sexual llena de adrenalina, aunque no olvides tomar tus precauciones, tales como apagar el motor y poner el freno de mano, lo cual podría resultar incómodo para tus planes, pues si no lo haces, corres el riesgo de que con un movimiento en falso, el auto se ponga en marcha y avance sin que puedas controlarlo y sufrir un choque.
4. La regadera. Según cosmohispano.com, tener sexo en la regadera, además de que rompe con la rutina, resulta benéfico para el organismo, ya que el agua relaja las tensiones, lo que hace que las parejas disfruten mucho más de ese momento, además de que hay un aumento en la circulación sanguínea. Sólo toma tus precauciones, pues podrías sufrir un grave accidente, al resbalar o al recargarte en la puerta, lo cual podría romperla.
5. La recámara. La habitación es el sitio número uno para tener sexo y aunque parece ser ideal, aún así hay que tener ciertos cuidados, pues no faltan las caídas de la cama, golpes con algún mueble o rotura de lámparas y otros objetos que estén cerca.
6. Una silla. Hay quienes prefieren tener relaciones sexuales sobre esta pieza del mobiliario de la casa, pues encuentran que esta experiencia es sumamente placentera. Claro está que también el hacerlo ahí tiene sus riesgos, pues como dice enfemenino.com, podrías sufrir lesiones y raspones en espalda y cadera, y hasta un fuerte golpe, que podría lesionarte el cóccix, si ésta se rompe.
7. La mesa. Hay quienes se plantan en este lugar, pues el deseo y la pasión les han impedido llegar hasta la recámara. La mesa, por su forma, bien puede ser vista como el sustituto ideal de la cama, aunque también tiene sus peligros, ya que las patas podrían quebrarse o bien, ante tanto movimiento, podría terminar volteándose.
8. El jardín. Muchos fantasean con tener sexo al aire libre y por ello, planean escapadas con sus parejas a sitios abiertos, un tanto alejados de la civilización. Pero si tu casa tiene jardín, de seguro que has pensado, en más de una ocasión, el tener relaciones sexuales ahí. Aún así ten cuidado con el vecino espía o con las piedras que se te pueden cruzar en el camino y que podrían herirte. Si eres alérgico al pasto, ni lo intentes.
9. El WC. Quizá se experimentan las mismas sensaciones que en una silla; sin embargo, las tazas de baño son sumamente delicadas y al soportar peso de más, podría llegar a romperse, ocasionando una fuga en el baño e incluso, alguna lesión ocasionada por alguna de las piezas sueltas que queden por ahí.
10. El clóset. Seguro que el hecho de estar encerrado en un pequeño espacio oscuro con tu pareja podría aumentar tu estímulo sexual, aunque quizá no sea el lugar más cómodo para tener relaciones sexuales. Además, podrías sufrir una serie de altercados como abrirse las puertas, que la ropa te caiga encima, romper los estantes e incluso, voltear el mueble por completo.