100 m. de alto y 8 millones de kilos de peso: el gigantelescopio
Y aún dirán que el tamaño no importa. No es el caso del telescopio Robert C. Byrd de Green Bank, el sueño húmedo de cualquier aficionado al Meccano pues con sus 8 millones de kilos es al mismo tiempo el telescopio más grande del mundo y también y por el mismo precio la estructura móvil más grande fuera del campo de los vehículos.
El plato de recepción de señales ocupa un tamaño equivalente al de un campo de fútbol, medida que se consolida como el estándar de referencia para tamaños descomunales.
Recibe la primera parte de su denominación en memoria del senador del mismo nombre y la segunda parte por la localidad de Virginia Occidental donde está ubicado, dentro de un área de especial exclusión de silencio de emisiones de radio, lo que se conoce como Zona Nacional de Silencio De Emisiones de Radio.
Compuesto por más de 2.000 paneles de aluminio, el disco del radiotelescopio mide 100×110 metros y gracias a sus motores puede dirigirse hacia cualquier punto del horizonte, abarcando un 85% del firmamento visible.
Trabaja unas 6.500 horas al año, 2.500 de las cuales están dedicadas a escudriñar las frecuencias más altas del espectro, siendo capaz de estudiar púlsares o los efectos D los campos magnéticos así como contribuir en la búsqueda de la materia oscura.