12 De Octubre: ¿Encuentro o Asalto de Culturas?
Tradicionalmente se nos ha dicho que América fue descubierta por Cristóbal Colón, en el viaje que emprendiera a las Indias en busca de especias para la corona española. Con el tiempo, la historia misma se encargó de enseñarnos que la gran proeza de Colón, no fue sino la de propiciar la extinción de las razas nativas de nuestros países y saquear deliberadamente las riquezas de las civilizaciones ya establecidas antes de su “grandioso” descubrimiento. Pero ¿y si las cosas no fueron como nos las contaron?
Nos dijeron que los aborígenes de las Antillas vivían en el Paleolítico, que los mayas y aztecas eran pueblos primitivos, caníbales y arcaicos. Pero no nos dijeron nunca que los nativos americanos tenían cultura, sociedad, organización política y que sobre todo no fueron descubiertos, sino que fueron asaltados. Sí, asaltados, porque el 12 de octubre de 1492, cuando las carabelas de Colón llegaron a la costa de la Guanahaní, cuando europeos y americanos se vieron, por una supuesta primera vez, no hubo un encuentro de culturas, sino el inicio de un asalto que duraría unos cuantos siglos y que sería luego vendido al mundo como la loable labor de colocar a América en el mapa.
El escritor chileno Roberto Ampuero, expone una versión de la que no es pionero, pero que no deja de impactar por ello los cimentos de esa historia medio cierta y medio falsa que se nos enseñó siempre. En su novela Bahía de los Misterios, Ampuero coloca al detective Cayetano Brulé, protagonista de otras de sus novelas, al frente de una misteriosa investigación que le hace chocar de bruces con una supuesta organización secreta, que involucra por igual, el descubrimiento de América, la Inquisición Católica y asesinatos contemporáneos.
Si bien, la novela de Ampuero es un texto de ficción, nos hace cuestionarnos, si su versión de que los mayas llegaron primero a Europa a las costas de Galway, es cierta o no. Existen varias teorías con explicaciones geográficas y culturales que parecen corroborar que Colón vio un hombre y una mujer en unas canoas de madera en Galway hacia 1477, expresas en un diario de Colón. Ahí en esa notable ciudad irlandesa, hay un monumento que homenajea al almirante por aquella breve estadía en que estuvo allí atraído por un extraño suceso que tenía lugar en sus costas; llegaba gente en canoas de madera y con aspecto muy distante del europeo común.
Hay mucha tela que cortar en esta historia no oficial del descubrimiento de América, o encuentro de culturas, que de acuerdo a lo antes mencionado bien pudo ser en Europa. Pero si estas teorías fuesen mitos, blasfemas contra el protagonismo europeo de darle valía a América; sostengo que lo del 12 de octubre de 1492 fue un asalto. El celebrado descubrimiento desapareció del mapa a los aborígenes antillanos, destruyó sin contemplaciones las civilizaciones maya, azteca e inca y subyugó a los nativos a una religión, un idioma, una cultura y una corona que no conocían, para buscar la negación de sí mismos.