Los dichos: «No se debe festejar antes de tiempo» y «La competencia no termina hasta que termina», no podrían tener mejores ejemplos.
Durante la final de los 10 mil metros en la categoría femenina le ocurrió una desgracia a Molly Huddley. La estadounidense estuvo cerca, muy cerca, de subir al podio y colgarse la medalla de bronce.
Pero se confió, bajó el ritmo en la recta final y fue superada por su compatriota Emily Infield, quien aprovechó la oportunidad para obtener el tercer puesto.