5 errores que cometen cuando se diagnostican a sí mismos
La llamábamos la “Señora del pan blanco”, un apodo que se ganó por una llamada particularmente tonta en la que entró en pánico con mi padre luego de consumir pan blanco.
Ella no tenía brotes de urticaria o algún otro efecto secundario a causa del pan. No, simplemente estaba preocupada por el hecho de que una enfermedad podría sobrevenirle a causa de una decisión alimenticia en particular.
Aunque en aquel entonces a todos nos causó risa, fue con un poco de vergüenza al sentirnos aludidos. Esto es porque la mayoría de nosotros (incluso, si no es que particularmente, la ilustre Ehrlich) llevamos dentro a nuestra propia “Señora del pan blanco”, lista para convencernos de que cada tos, resfriado y no tan nutritiva podría ser perjudicial para nuestra .
Y, naturalmente, esa “Señora del pan blanco” se hace incluso más presente cuando podemos ingresar nuestras preocupaciones en una barra de búsqueda y descubrir un conjunto de información posiblemente inquietante. ¡Ajá!, según Google, todos tenemos cáncer.
Según el Centro de Investigaciones Pew, el 80% de los usuarios de Internet han buscado información de salud en línea. Aunque esa práctica puede ser beneficiosa en algunos casos, la abundancia de información (de validez variable) en línea nos puede convertir en hipocondriacos electrónicos. (O, peor aún, nos puede llevar a no buscar los cuidados que necesitamos).
A continuación encontrarás los cinco errores —por cortesía de una selección de profesionales en el cuidado de la salud— que las personas cometen cuando se diagnostican a sí mismos en línea.
Buscar a ciegas
Tienes un tic en el ojo como si fueras un estudiante universitario que ha consumido demasiada cafeína y se encuentra sentado detrás de una chica guapa en el salón de clases, dándole vueltas a su lápiz y esperando disfrutar el aroma de su hermoso y brillante cabello.
Escribes “tic en el ojo” en Google y encuentras un sitio web realmente genial que explica que este espasmo recién encontrado en realidad es un indicio de que tu tercer ojo se está preparando para abrirse, revelando así maravillas inexplicables. Tú eres el elegido. Es lamentable que este tesoro de “información médica” en realidad sea el sitio de ciencia ficción de un charlatán.
Seguro, el anterior es un ejemplo extremo, pero, como el Dr. Kevin Pho de KevinMD.com lo señala, “Hay una gran cantidad de información errónea en la red e información que puede ser peligrosa”. En especial si no consideras quién sube la información en primer lugar.
Pho insta a los usuarios a que opten por las direcciones de Internet que terminan en .org y .edu cuando busquen información de confianza sobre el cuidado de la salud, y que revisen quién está financiando la recopilación de esa información. “Hay mucha información que viene de organizaciones que intentan vender productos o cumplir sus propósitos en la red”, dijo.
Él sugiere recurrir a sitios como la Clínica Mayo, al igual que a los tesoros de información preparados por doctores (como el propio sitio web de Pho) cuando busquen información en Internet. Y, desde luego, si un sitio menciona troles y terceros ojos, uno definitivamente debería seguir adelante.
Meterse de lleno en los foros
Si hay algo que a las personas les gusta hacer en línea es hablar sobre sus problemas, especialmente sobre cosas triviales como la tos, dolores de cabeza, y las varias y diversas secreciones de sus bebés.
Todo eso está muy bien; ¡compartir tus experiencias con otros es enriquecedor! A no ser que las personas con las que lo compartas sean idiotas.
“Fácilmente puedes caer en ese agujero y encontrar algún foro que en realidad no es relevante, pero quizá parece serlo”, advirtió Craig Monsen, cofundador de la aplicación de monitoreo de síntomas SymCat.
Por otro lado, “a veces te encuentras con exactamente el foro correcto en el que alguien tiene el mismo problema que tú, y su solución efectivamente te ayuda”.
“Los foros del cuidado de la salud definitivamente son otra herramienta que los individuos pueden utilizar para encontrar un diagnóstico en colaboración abierta con base en sus síntomas”, añadió la Dra. Natasha Burgert de KC Kids Doc. “Creo que estos pueden ser una herramienta realmente poderosa no solo para discutir un posible diagnóstico o alivio de síntomas, sino también para encontrar un foro de individuos en el que puedas discutir las partes emocionales y psicológicas de una enfermedad y desarrollar una maravillosa comunidad de apoyo en línea”.
El truco es ser cautelosos acerca de los temas que se discuten en los foros, y qué tanto se relacionan a ti. Y, sabes, si las personas empiezan a hablar de remedios caseros hechos a partir de cloro, quizá es mejor que te salgas de ahí y veas a un doctor.
Ser emotivo
¿Conoces el juego “el número de Bacon”? Realmente debería haber una versión de eso llamada “el número del cáncer”… es decir, cuando buscas tus síntomas en línea, cuánto tiempo toma deducir que tienes una enfermedad mortal en lugar de, digamos, un simple resfriado.
Según Burgert, la raíz de todo este asunto del “peor escenario posible” es que nos volvemos demasiado emotivos.
“Para la mayoría de intenciones y propósitos, cuando buscas información de salud en línea, es acerca de ti o un familiar”, dijo. “Cuando miras a través de ese lente, es muy difícil mantener una distancia emocional. Así que puedes leer sobre un diagnóstico que te asuste mucho o calme tus temores… y ese es el camino que seguirás, sin importar si es el correcto o no”.
Burgert sugirió utilizar los verificadores de síntomas en línea simplemente para “entender los posibles diagnósticos, encontrar algunos pasos iniciales para aliviar los síntomas y determinar si esto es algo que necesita una evaluación adicional o puede ser tratado en casa”.
El verificador de síntomas de SymCat y de la Clínica Mayo te permite ingresar lo que estás experimentando y descubrir un espectro de diagnósticos y sugerencias en relación a cuándo debes buscar la ayuda del médico. El sitio web de tu doctor también podría tener una herramienta como esta.
Voila, acabas de aumentar tu separación del cáncer en al menos un par de grados.
Guardar silencio con los médicos
“Creo que, tradicionalmente, muchos médicos son un poco aprensivos cuando llega a su clínica ese paciente estereotípico con grandes fajos de documentos impresos de Internet”, dijo Pho. “Pero creo que más y más doctores lo están aceptando. Personalmente, me parece que esa transparencia de información resulta útil en cierta forma”.
Traducción: ayuda a tu doctor a que te ayude. Si te preocupa una situación médica en particular e investigaste un poco para delimitar los padecimientos que sufres, comparte esa información con tu médico.
“Yo realmente aprecio cuando los pacientes traen información que encontraron en línea, porque eso me permite guiar mis recomendaciones y plan con base en sus verdaderas preocupaciones”, dijo Burgert. “Las personas se asustan cuando se enferman y experimentan algún dolor, y quieren utilizar varias fuentes de información para recibir ayuda. El Internet se suma a la pericia de ese profesional para lograr ese propósito”.
Sin embargo, debes recordar que saber cómo usar el Internet no te convierte en doctor. Google no cuenta como una segunda opinión. Si no estás conforme con el diagnóstico de tu doctor, búscala de la forma tradicional.
Aplazar lo inevitable
Si tu dolencia no desaparece, por mucho que verifiques tus síntomas y consultes páginas de la Clínica Mayo, no recibirás ayuda.
Haz una cita con un doctor. Hazlo inmediatamente.
Los sitios como ZocDoc hacen que sea súper fácil (y gratis; los doctores pagan por ser incluidos) concretar una cita lo antes posible, así que no te quejes de que tendrás que esperar dos semanas para ver a un doctor y quizá para entonces “eso” habrá desaparecido.
A no ser, por supuesto, que “eso” sea el pan blanco que te acabas de comer. En ese caso, por favor deja de llamar a mi papá.
Fuente: CNN