7 formas de calmar el dolor de espalda rápidamente
Cada día son más las personas aquejadas de esta afección, y cada vez más jóvenes.
Aunque existen patologías graves que presentan estos síntomas, lo cierto es que lo habitual es que el dolor de espalda aparezca fruto de las malas posturas o por mantener los mismos gestos de un modo continuado.
Nuestro estilo de vida cada vez es más sedentario y, en consecuencia, nuestra musculatura está más débil. Además, al estar sentados mucho tiempo, nuestra espalda sufre mucho.
Asimismo, el uso de dispositivos móviles y el ratón del ordenador perjudican esta parte del cuerpo.
Para evitarlo, lo ideal es hacer ejercicios diarios de estiramiento, así como para fortalecer los músculos. La mejor opción es practicar natación, ya que las zonas críticas trabajan de manera muy intensa.
Y no solo eso, sino que, al ser una actividad aeróbica, también ayuda a quemar grasa y a cuidar nuestro corazón.
7 formas de calmar el dolor de espalda rápidamente
1. Meditación
El estrés es una fuente de problemas y la espalda también lo sufre.
Cuando estamos presos de la ansiedad toda nuestra estructura musculoesquelética se pone rígida sin que nos demos cuenta. Dicha rigidez se va a prolongar, mientras la ansiedad te domine. Horas, días, semanas.
En este sentido, es bueno que medites y respires durante, al menos, media hora para calmar el dolor de espalda. Gracias a esta técnica de respiración, tu organismo se oxigenará y se relajará.
Lo ideal es que lo incluyas en tu programación diaria. No obstante, si lo haces de manera aislada, también notarás sus beneficios.
2. Yoga
Las posturas de esta disciplina son perfectas para estirar y fortalecer el tronco y las extremidades. Si estás familiarizada con las esenciales, puedes recurrir a ellas cuando estés en plena crisis de dolor.
Notarás alivio en unos minutos. La tensión se rebajará bastante y te permitirá continuar con tu día con más libertad.
3. Sesiones de acupuntura para calmar el dolor de espalda
La medicina oriental demuestra su eficacia con la longevidad de las personas que se la aplican. La acupuntura es un ejemplo claro. No temas, no te dolerá.
Los maestros acupuntores saben colocar las agujas en el punto perfecto para aliviarte y deshacer las contracturas.
4. Visita al quiropráctico
Estos médicos no se limitan a masajear tus músculos. Además, revisan la disposición de tus huesos. Por ejemplo, si te duelen las dorsales, notará cómo la cadera se habrá descolocado, cuestión que empeora la molestia.
Por tanto, este pondrá los huesos en su sitio y amasará la espalda para paliar tu dolor.
Cuando está muy castigada, los quiroprácticos suelen hacer preparados naturales que atajan el problema con mucha solvencia.
5. Camina a paso rápido
Es un ejercicio muy sencillo, pero con unos resultados increíbles. Sus beneficios son innumerables.
En este caso mejorará dos causas de las molestias: la ansiedad y la tensión muscular. Cuando andas con rapidez, el tronco se te coloca de forma automática. Así, se afloja la tensión y, por tanto, la inflamación.
Por si esto fuera poco, el ejercicio físico segrega serotonina, la hormona del placer. Gracias a esto, las preocupaciones que te persiguen desaparecerán para que los pensamientos positivos las sustituyan.
6. Túmbate sobre una pelota de tenis
Podemos catalogar esta estrategia como “masaje exprés”. Échate en el suelo boca arriba y sitúa una pelota de tenis en los lugares más sensibles.
Muévete sobre ella hasta que las molestias desaparezcan o sean soportables. No necesitarás más de cinco minutos.
7. Calor localizado
Si esta complicación es muy frecuente en tu vida. Te recomendamos que uses almohadillas eléctricas u otros objetos que desprendan calor seco.
Las temperaturas elevadas favorecen e flujo sanguíneo, indispensable para que el oxígeno se reparta por todo el cuerpo.
Este elemento es fundamental. Es nuestra gasolina. Por tanto, es necesario que llegue en las cantidades adecuadas para eliminar los dolores de cualquier tipo.
También será imprescindible para tratar los problemas emocionales que pueden generar estas afecciones, como decíamos.
Sabemos que los medicamentos son los recursos habituales para calmar el dolor de espalda. Sin embargo, los efectos secundarios de los analgésicos a largo plazo nos llevan a buscar tratamientos alternativos.
Nuestros antepasados tenían vidas mucho más duras que nosotros y tenían que ingeniárselas para vivir sin ellos. Es nuestro turno de apostar por la salud sin intoxicar nuestro organismo.
¿Te animas a probar alguna de las vías que te hemos sugerido?