10 Consejos básicos para cuidar tu piel en primavera
Como bien se ha dicho, nuestra piel es el órgano más grande del cuerpo, protege a nuestro organismo, nos ayuda a percibir el mundo, y a mantener nuestra temperatura, entre otras funciones. Habitualmente, se recomienda que cuidemos la piel a partir de elementos básicos, para mantener una buena circulación de la sangre, limpiarla e hidratarla, lo cual se consigue cotidianamente con el baño diario y una alimentación equilibrada.
Pero cabe mencionar que, aún realizando los cuidados mínimos, nuestra piel sufre cambios todo el tiempo, por ejemplo, las estrías como resultado de su estiramiento, cicatrices provocadas por quemaduras y accidentes de todo tipo; oscurecimiento o manchado a partir de cambios hormonales, así como afectaciones por cambios de temperatura y de clima, como sucede ahora con el inicio de la primavera.
1. Si quieres iniciar un bronceado natural, hazlo gradualmente incluso para evitar el pelado de la piel. Utiliza siempre bloqueador solar para evitar trastornos graves, y sin importar que sea de piel clara u oscura.
2. Utiliza humectantes, sobre todo si sabes que tu piel se reseca con facilidad. El uso correcto de humectantes proporciona comodidad y alivio al facilitar la elasticidad de la piel; además ayuda a prevenir el envejecimiento de la misma. Durante la primavera aparecen de repente tolvaneras, llenando nuestra piel de tierra y resecándola con mayor frecuencia; es por ello que nuestra piel debe ser humectada constantemente.
3. Por el contrario, si sabes que tu piel es grasosa, evita el uso exagerado de productos humectantes. Considera, además, que en la primavera, con la llegada de las lluvias, se puede elevar la humedad en el ambiente.
4. Con el aumento de las temperaturas, solemos sudar más, aún así evita el abuso de jabones para el cuerpo y el pelo, pues aunque nos ayudan a limpiarlos, también pueden eliminan la grasa natural protectora, haciendo a nuestra piel quebradiza y vulnerable a bacterias y ataques de otros agentes nocivos.
5. Considera que algunos tipos de baños se toman sólo con el objetivo de descansar o como parte de una terapia de SPA, pero no son efectivos desde el punto de vista higiénico, por lo que no deben ser considerados como sustitutos del baño con “jabón y estropajo”.
6. El cuero cabelludo también forma parte de la piel, por lo que debes procurar cuidarlo y limpiarlo de igual forma. En ese sentido utiliza un shampoo que te convenga, de acuerdo a las características de tu cabello (reseco, graso, etc.), con el objetivo de hacerlo más sano, fuerte y resistente.
7. Si sabes que tu piel es muy sensible, procura utilizar productos denominados hipoalergénicos, así como evitar o moderar el uso de cosméticos, cremas y desodorantes con ingredientes de fragancias.
8. Independientemente de tu tipo de piel, procura usar productos hipoalergénicos, son aquellos que tienen una nula o muy reducida posibilidad de reacción alérgica, por lo que es mayor la posibilidad de que tu piel se mantenga saludable.
9. Recuerda que las vitaminas y antioxidantes (A, E, BHT que es un estabilizante de antioxidantes naturales), ayudan a mantener una piel en buenas condiciones, humectada y con una adecuada regeneración de sus células, lo cual la hace más resistente y tersa.
10. Ten en mente que la piel es parte de nuestro cuerpo, por lo que necesita ser nutrida, como el resto de organismo, a partir de una alimentación balanceada y no sólo a partir de cremas y aceites.
Por cualquier duda sobre tu tipo de piel o el uso de productos que más te puede convenir, no dudes en consultar a tu doctor o acudir con un dermatólogo, para que te proporcionen información más detallada que te ayude a darle el mejor cuidado a tu piel.