La recuperación sexual después de un abuso sexual
¿Cuáles son algunos problemas que surgen después de un abuso sexual durante la infancia? ¿Y cómo empieza la curación?
Durante los últimos 22 años, Natalie, una sobreviviente del abuso sexual infantil, ha sido capaz de alcanzar el clímax durante el sexo con su esposo. Pero ella tiene una fantasía sexual recurrente que la altera terriblemente. Para poder tener orgasmos, Natalie debe imaginar que está siendo violada por nazis, una fantasía que nunca ha compartido con su esposo.
La experiencia personal de Natalie es una de las muchas historias que Wendy Maltz, M.S.W., ha escuchado durante los últimos diez años en su trabajo con hombres y mujeres que han sobrevivido al abuso sexual. Maltz estima que “cuatro de cada cinco supervivientes experimenta fantasías sexuales no deseadas. El contenido es perturbador y ellos se sienten fuera de control.”
Desafortunadamente, las fantasías entrometidas y dolorosas son sólo una pequeña parte de los problemas sexuales que los supervivientes sexuales pueden experimentar. Tanto terapeutas como investigadores han descubierto mucho más. ¿Cuáles son algunos de estos problemas? Por qué ocurren? Y lo más importante, ¿cómo es que los sobrevivientes comienzan a sanar?
¿Qué es el abuso sexual? ¿Qué tan común es?
El abuso sexual infantil es cualquier contacto sexual o intento de contacto sexual perpetrado en contra de un niño por una persona mayor. Los psicólogos generalmente consideran como “mayores” a alguien que es mayor al niño por cinco años o más. En promedio, el abuso sexual empieza entre las edades de 4 a 12 años y puede implicar manoseos genitales o contacto oral-genital, hasta llegar a un coito.
Desafortunadamente, el abuso sexual infantil no es poco común. Un estudio realizado en San Francisco reportó que 38% de las mujeres habían sido molestadas de niñas. Otro estudio de casi 800 estudiantes en las universidades de New England revelaron que el 1% de las mujeres fueron supervivientes de incesto paternal. Un estudio nacional en el Reino Unido descubrió que el 12% de las mujeres y el 8% de los hombres fueron molestados sexualmente cuando eran niños.
Varios estudios de investigación conducidos los último siete años sugieren que las personas pueden reprimir y recuperar luego los recuerdos de un abuso sexual infantil. Pero este tema es aún controversial entre los psicólogos.
Los efectos posteriores de un abuso sexual
No es de ninguna sorpresa que las personas que han aguantado un abuso sexual, con frecuencia sufran de posteriores repercusiones sexuales en su vida. Como enfatiza Maltz, “usted no puede pasar por alto la palabra ‘sexo’ en un abuso sexual. No hay duda de que las repercusiones del abuso se manifiesten a sí mismas en problemas de sexualidad, ya que ésta fue, en primer lugar, de lo que se abusó.”
Pero no todas las personas que ha experimentado abuso sexual experimentan problemas sexuales. De hecho, mucha de la investigación que ha descubierto los problemas sexuales en los sobrevivientes se ha realizado en personas que están buscando terapia para otra cosa.
Los psicólogos todavía están de acuerdo en que el abuso sexual puede afectar la salud sexual de una persona. El tocar, en el contexto de una relación adulta de amor, puede detonar recuerdos y sensaciones del abuso original, provocando sentimientos que pueden interferir seriamente con el placer.
Maltz compara los efectos posteriores de un abuso con las repercusiones de cualquier trauma: “Cuando experimentamos cualquier clase de trauma en la vida asociamos las emociones con ciertas sensaciones y pensamientos que estaban presentes durante el trauma original. Digamos que alguna vez estuvo usted en un terremoto y que estaba aterrorizada temiendo por su vida y era un día caluroso y soleado. Cinco años después, se puede encontrar con un día soleado y caluroso y de repente le preocupará el que vaya a morir.”
Los efectos sexuales posteriores citados por los investigadores y terapeutas incluyen fantasías sexuales no deseadas y escenas retrospectivas del abuso original que se presentan regularmente durante la actividad sexual. De acuerdo a un estudio, el 80% de los supervivientes de incesto reportaron que al tener sexo se les removían los recuerdos de sus violaciones originales.
Como Natalie, algunos supervivientes se dieron cuenta de que el único camino para una liberación sexual es el fantasear con la persecución. Cuando la primera experiencia sexual de una persona es un abuso, dicha persona puede, posteriormente, asociar la excitación sexual con aquellos mismos sentimientos de miedo y desamparo. Las fantasías de persecución sexual no son necesariamente dañinas a nivel psicológico. Pero no es de sorprenderse que las personas se estresen mucho cuando no pueden detener las fantasías, o necesitan siempre imaginarse ellas mismas lastimadas y perseguidas para poder alcanzar el clímax.
Disociación y entumecimiento
Los sobrevivientes de un abuso sexual pueden experimentar “disociación”, un impresionante mecanismo de defensa que se forma durante el proceso de un abuso sexual, en el cual la persona abusada “deja” el cuerpo, y observa el abuso desde algún punto de observación más alto. Desafortunadamente, este mecanismo de defensa puede resultar en un sentimiento de disociación durante la actividad sexual deseada con la persona que ama posteriormente en su vida.
Relacionado con la disociación está el entumecimiento sexual, el cual es el resultado de la voluntad de una niña para paralizar su cuerpo contra la excitación durante un contacto no deseado. Algunos supervivientes adultos se vuelven tan expertos en paralizar partes de su cuerpo que no sienten el dolor de una apendicitis, o ni siquiera necesitan Novocaína cuando van al dentista.
De acuerdo con Maltz, “Las personas que fueron abusadas sexualmente también pueden evitar el sexo o verlo como una obligación. O, del otro lado del espectro, algunas personas buscan sexo de manera compulsiva,” expresa Maltz. “Y a menudo tienen sentimientos negativos relacionados con el tacto, tales como el miedo, la culpa, la vergüenza y la ira. “
¿Cómo empieza la curación?
A veces los problemas sexuales surgen más tarde en la vida, tomando a las personas por sorpresa. De acuerdo con una variedad de investigación, los problemas no van a emerger hasta que las personas estén al final de sus veinte o en sus treinta años de edad y tengan una relación estable, o hasta que sus hijos alcancen la misma edad que ellos tenían cuando comenzó el abuso.
Muchas personas buscan terapia. Los terapeutas han desarrollado ejercicios para ayudar gradualmente a que las personas se reconecten con sus cuerpos después del trauma del abuso sexual. Por ejemplo, la terapeuta Yvonne M. Dolan ayuda a sus pacientes a que se reconecten con sus cuerpos preguntándoles que actividades les inspiran sentimientos positivos. ¿Un baño de burbujas? ¿El ejercicio?. Entonces ella alienta a sus pacientes a que practiquen estas actividades con mayor frecuencia.
Maltz ha desarrollado una serie de ejercicios de “reaprender a tocar.” En uno de sus ejercicios, dos compañeros se enfrentan uno a otro, cada uno pone su mano sobre el corazón del otro. “Usted envía sentimientos de apreciación,” dice, “tengo supervivientes que me dicen que este ejercicio fue su primera experiencia de lo que se debería sentir con una sexualidad sana. Ellos nunca antes habían experimentado una sensación de enviar o recibir amor, respecto y apreciación a través del tacto.”
¿Por qué sanar?
Incluso en el medio de una confusión emocional y psicológica, algunos supervivientes pueden dudar en abrir la Caja de Pandora y empiezan el difícil proceso de la curación. Pero Maltz es estimulante. “Curar su sexualidad es como desgarrar capas de vergüenza y dudas internas. En ese momento se puede empezar a mover para hacer conexiones positivas con un amante y expresarse usted misma de forma creativa y de manera fuerte y poderosa ante el mundo.”
La terapeuta sexual Joy Davidson, Ph.D., quien también ha trabajado con personas que tuvieron abusos sexuales, ofrece inspiración adicional. “La curación es sólo el primer paso. La verdadera meta es progresar y crecer como una mujer salvaje, sensual, sexual, erótica y vibrante, y reconocer que el placer sexual es un derecho de nacimiento, un regalo natural.”