La depresión materna altera el sueño de sus hijos
Uno de los problemas más habituales en los niños pequeños son las alteraciones del sueño que, en ocasiones, pueden generar conflictos en las familias. Existen varios factores que probablemente contribuyen a que se produzcan estos problemas; uno de ellos, identificado desde siempre, es la depresión materna.
Ahora, un nuevo estudio que se publica en Child Development, ha encontrado que las madres que tienen más síntomas la depresión pueden ser un desencadenante de las alteraciones del sueño que pueden sufrir sus bebés.
«Este estudio proporciona información detallada acerca de los efectos de la depresión materna en la crianza de los hijos durante la noche, y cómo como afecta al sueño infantil», explica Douglas M. Teti, de la Universidad Estatal de Pensilvania (EE.UU.), autor principal del estudio.
Según la investigación, los hijos de madres con mayores síntomas de depresión tendían a tener un sueño más alterado. Pero los expertos se pregunta si ¿la depresión materna interfiere en el sueño de los niños o es un sueño inestable lo que aumenta la depresión de las madres?
Bienestar emocional
Lo más probable, dicen los expertos, es que las madres y su comportamiento influyen sobre el sueño infantil. Los autores sugieren que aquellas madres que se preocupan excesivamente por el bienestar de sus hijos el bienestar durante la noche «pueden responder a los sonidos infantiles que no necesariamente requieren una respuesta o trasladar a sus bebés en su cama para aliviar sus propias inquietudes sobre si sus hijos tienen hambre, sed, etc. Estas madres -destacan- también pueden buscar a sus hijos durante la noche para su propio bienestar emocional».
Los investigadores estudiaron a 45 mujeres y sus bebés, con edades comprendidas entre 1 y 24 meses. Se recabó información sobre las madres y sus síntomas de depresión; se les preguntó acerca de sus sentimientos acerca del sueño de sus bebés, y se grabó en vídeo el comportamiento de las madres con sus bebés durante una noche.
Los problemas del sueño suelen prolongarse más allá de la primera infancia y pueden tener un efecto negativo sobre diversos aspectos del desarrollo, incluyendo el funcionamiento emocional, conductual y académica. Según Teti, «la comprensión de cómo la depresión materna se relaciona con los problemas de sueño para afectar el desarrollo de los niños es importante para el diseñar intervenciones que sirvan para ayudar a reducir estas consecuencias negativas».