Descubren qué causa unas franjas de Saturno
Saturno, el sexto planeta del Sistema solar, está cruzado por una serie de bandas oscuras y zonas más claras similares a las de Júpiter. Se trata de turbulentas corrientes en chorro, regiones donde los vientos soplan más rápido que en otros lugares, agitándose de este a oeste, y al revés, a través del planeta. Durante muchos años, los científicos han tratado de entender el mecanismo que impulsa a estas estructuras en la atmósfera de Saturno, de dónde obtienen su energía, por qué aparecen. Ahora creen haber dado con la solución. En un nuevo trabajo, publicado en la edición de junio de la revista Icarus, dedicada a estudios sobre el Sistema solar, especialistas de distintos centros de investigación de la NASA señalan que es el calor interno del planeta el que impulsa estas corrientes.
Según han podido concluir de las imágenes recogidas durante varios años por la nave espacial Cassini de la NASA y la Agencia Espacial Europea (ESA), la condensación de agua a causa del calentamiento interno de Saturno conduce a diferencias de temperatura en la atmósfera. Estas diferencias crean remolinos o perturbaciones que mueven el aire hacia atrás y adelante en la misma latitud, y esos remolinos, a su vez, aceleran las corrientes en chorro de la misma forma que se ponen en marcha los engranajes de una cinta transportadora.
El nuevo estudio ha sido posible en parte debido a que la Cassini ha estado en órbita alrededor de Saturno el tiempo suficiente para obtener el gran número de observaciones necesarias para ver los patrones sutiles que surgen de las variaciones diarias en el clima. «La comprensión de lo que impulsa la meteorología en Saturno, y en general en los planetas gaseosos, ha sido uno de nuestros objetivos cardinales desde el inicio de la misión Cassini, afirma Carolyn Porco, del Instituto de Ciencia Espacial en Boulder, Colorado. «Es muy gratificante ver que por fin estamos comenzando a entender los procesos atmosféricos que hacen a la Tierra similar, y también diferente, de otros planetas».
En lugar de tener una fina atmósfera y la superficie sólida y líquida como la Tierra, Saturno es un gigante gaseoso cuya profunda atmósfera está compuesta por múltiples capas de nubes a gran altura. Una serie de corrientes en chorro que corta la cara del planeta es visible al ojo humano y también a los filtros cercanos al infrarrojo de las cámaras de la Cassini. Aunque la mayoría se dirigen hacia el este, otras lo hacen hacia el oeste, todas en lugares donde la temperatura varía significativamente de una latitud a otra.
Más de 500 imágenes
En el nuevo estudio, los autores analizaron los movimientos y la velocidad de las nubes en cientos de imágenes tomadas por la Cassini desde 2005 hasta 2012. Fueron capaces de extraer cerca de 120.000 vectores de viento de 560 imágenes, lo que nos da una visión sin precedentes del flujo de viento de Saturno. Al ver por primera vez cómo estos remolinos aceleraban las corrientes en chorro en dos alturas diferentes, los científicos descubrieron que los remolinos eran débiles en las zonas altas, donde los investigaciones anteriores habían encontrado que se produce la mayor parte del calentamiento del Sol. Los remolinos eran más fuertes en lo profundo de la atmósfera. Es el calor interno del planeta lo que conduce a la aceleración de las corrientes en chorro, no el Sol, como proponía una teoría alternativa y como ocurre en la atmósfera de la Tierra.