La verdad no está en la mirada
Un nuevo estudio desbarata la teoría de que es posible descubrir si alguien miente por el movimiento de sus ojos.
Algunos psicólogos, partidarios de la llamadaprogramación neurolingüística, defienden desde hace décadas que es posible saber si una persona miente gracias al movimiento de sus ojos. En concreto, si levanta la vista hacia la derecha, la teoría indica que no está siendo honesta, mientras que si lo hace hacia la izquierda, dice la verdad. Una nueva investigación publicada en la revista PLoS ONE asegura que esta afirmación carece de fundamento.
Los investigadores británicos Richard Wiseman, de la Universidad de Hertfordshire, y Caroline Watt, de la Universidad de Edimburgo, pusieron a prueba esta atrevida pero popular idea mediante la filmación de un grupo de voluntarios, al tiempo que mentían o eran sinceros sobre una serie de cuestiones. Después, sus movimientos oculares eran codificados. En un segundo estudio, a otro grupo de participantes se le pidió ver las grabaciones y tratar de detectar las mentiras sobre la base de los movimientos oculares de los voluntarios.
Si se hace caso a la programación neurolingüística, cuando una persona diestra levanta la mirada hacia la derecha, visualiza un suceso «construido» por su mente o imaginado. Si mira a la izquierda, es probable que esté visualizando un «recuerdo» de su memoria. Por eso, los mentirosos, según esta teoría, mirarían hacia la derecha. Aunque parezca algo simple, esta creencia está bastante extendida. Una búsqueda en Google de «neuro-linguistic programming» (programación neurolingüística) ofrece miles de sitios que describen estas relaciones, y dos vídeos de YouTube alentando a tomar esta perspectiva han recibido 30.000 y 60.000 visitas respectivamente, según afirman los autores de la investigación en PLoS ONE.
Sin embargo, los resultados del primer estudio «no revelaron ninguna relación entre la mentira y el movimiento de los ojos», señala Wiseman, y el segundo, en el que participaron personas que habían sido informadas sobre las teorías de la programación neurolingüista, demostraron que conocerlas no mejoraba sus habilidades para la detección de mentiras.
Sin patrones oculares
Un último experimento incluyó el análisis de vídeos de personas que pedían ayuda para buscar a familiares desaparecidos o decía haber sido víctima de un crimen. «Nuestra investigación previa con estas imágenes sugiere que existen diferencias significativas en el comportamiento de los mentirosos y los que cuentan la verdad, pero no hay ningún patrón en los movimientos oculares», dicen los investigadores.
Los científicos advierten a la población de que creer que ciertos movimientos oculares son un signo de la mentira no tiene ningún fundamento, por lo que invitan a abandonar ideas semejantes. El estudio completo puede consultarse aquí.