Jamaica, la isla más bullosa del planeta
En cada rincón de Jamaica hay música. Y esa música suele estar a un volumen muy alto. A pesar de que las autoridades recientemente pusieron en práctica “una hora de silencio obligatoria” en toda la isla, se está haciendo campaña para que las autoridades relajen esas restricciones.
Pero, ¿por qué esta isla caribeña ha ganado la reputación de ser la más ruidosa del planeta?
Una enorme sonrisa invadió el rostro del portero del hotel cuando le dije que me encantaría escucharle cantar. El mesero, antes de servirme el desayuno típico jamaiquino de akí y bacalao, comenzó a golpearse el pecho para acompañarlo. El improvisado dúo comenzó a cantar con entusiasmo, como si se tratara de una audición para un famoso productor de música. El problema es que yo solo soy un turista.
Manejando por la capital, Kingston, es posible escuchar la radio de los taxis. A veces pareciera que fuese imposible bajar el volumen. Los altoparlantes suenan tanto que recrean un salón de baile.
En muchas ciudades del mundo los impacientes que viajan en autobús o tren se quejarían de la música que sale de los audífonos de su compañero de viaje. Pero la verdad es que en Jamaica, ni siquiera se utilizan audífonos.
Esta es la isla más escandalosa del planeta, por lo menos hasta las 2:00 de la mañana. Hace poco, después de que muchos turistas se quejaran porque el ruido no los dejaba dormir, el gobierno impuso una legislación que prohíbe la música en las calles durante las primeras horas de la mañana, especialmente alrededor de los lugares turísticos.
A lo largo de la historia
Una ley prohíbe la música con mucho volumen después de las 2:00 am.
No es la primera vez que los políticos en Jamaica han tratado de controlar la música en la isla. Por muchos años, las autoridades coloniales prohibieron el tambor en las plantaciones, por miedo a que los esclavos lo utilizaran para enviar mensajes cifrados y formaran una rebelión.
Sin embargo, cuando ocurrió la independencia en 1962, el grupo de tambores más famoso de la isla -the Cont Ossie group- fue invitado a tocar en las celebraciones oficiales.
En aquel tiempo, la música ya era parte integral de la cultura y la sociedad jamaiquina. Ha formado parte de todas las elecciones desde su independencia, empezando con el cantante de ska, Derrick Morgan, quien escribió la optimista “Forward March” especialmente para la ocasión. Después vino el esperanzado “Better Must Come” en los años 70, cuando el país estaba acorralado por la violentas protestas que casi terminaron en una guerra civil.
Los músicos jamaiquinos no solo han registrado eventos, también han intentado moldear a la sociedad. El éxito de 1963 “Simmer Down” de The Wailers fue escrito para poner fin a los “rude boys”, los violentos criminales callejeros que atemorizaban a comunidades en Jamaica durante los años 60, y convencerlos de que abandonaran sus armas. Hace poco el DJ Beenie Man hizo algo parecido con su canción “If You Live by the Gun”, en la que advierte que si vives por la pistola, también morirás por ella.
Cinco de los éxitos más ruidosos de Jamaica
- Ninjaman – Mad Again
- Shabba Ranks – Mr Loverman
- Bob Marley and the Wailers – War
- Beenie Man – If You Live by the Gun
- Peter Tosh – 400 Years
(Seleccionado por Colin Grant)
Aunque han pasado 50 años desde la independencia, la música aún es la expresión cultural que une a la nación. Es posible escucharla en todos los lugares de la isla, pero especialmente en los barrios más pobres como Trenchtown, en donde Bunny Livingston formó la banda The Wailers, con Bob Marley y Peter Tosh.
En los años 60, dice Livingston, “Trenchtown era como Hollywood porque habían muchas estrellas”, que se sentían atraídas por la esperanza y la fama. Lamentablemente muchos productores cínicos se aprovecharon de ellos.
Para la población pobre de Jamaica, la música era una forma de salir de la pobreza. Si no literalmente, por lo menos en espíritu. Como Bob Marley lo cantó en su canción de 1973 “Trenchtown Rock”: Un aspecto bueno de la música / es que cuando te pega no te duele.
La muerte de Marley en 1981 dejó un vacío político y musical. La tregua establecida entre los pistoleros de los partidos políticos en guerra después del concierto de 1978 “One Love Peace”, comandado por Marley, se rompió tres años después. Ningún otro cantante tuvo la habilidad de capturar los corazones y las mentes como lo hizo Marley.
Orgullo
El vacío musical se llenó de DJs que rechazaban “One Love” y colocaban música con letras vulgares, sexualmente explícitas y violentas. A pesar de que existían cantantes como Sizzla, representante del reggae tradicional, la mayor parte de la atención estaba puesta en los controversiales ritmos que a veces incluso tenían letras homofóbicas.
A pesar del lado oscuro de esa música, es difícil encontrar a un jamaiquino que no se sienta orgulloso de la manera en que la música elevó el perfil del país.
“La música ha puesto a la isla en el escenario mundial”, dice el historiador cultural Viv Adams. “Presentó a Jamaica como un gigante, cuando parecía destinada a ser un pececillo”.
Y el portero del hotel improvisando una canción durante el desayuno es un ejemplo de ello.
“Puedo cantar, ¿sabes?”, me dice el portero en su dialecto jamaiquino y tiene razón. Su voz está teñida de una etérea belleza. Y no me sorprende: todos en Jamaica son capaces de mantener una melodía y están listos para demostrarlo cuando conocen a alguien que los pueda ayudar a convertirse en una estrella de reggae.
El portero susurra mientras me entrega su tarjeta profesional al salir del hotel. “Tóma. ¡Uno nunca sabe!”.