El Boli, sacado de elenco de obra teatral por faltas en los ensayos
Los compromisos del popular animador le impidieron cumplir con sus responsabilidades en el montaje
“Business are business”, dicen los americanos, cuando tienen que elegir entre la amistad o el cariño y las obligaciones. Algo así aconteció con el humorista y productor teatral Luis José (el ex Gordo) Germán cuando decidió sacar a Bolívar Valera (El Boli) a último momento del elenco de la comedia teatral “Qué hacemos con el muerto?”.
Había que resolver. Ya se acercaban los días del estreno y el simpático moreno no daba muestras de entrega al proyecto, con ausencias constantes que ponían en peligro el éxito de la puesta en escena, sin contar con que Manuel Chapuseaux, un experimentado director teatral y poco dado a involucrarse en montajes con demasiada carga de “estrellas de la televisión”, no sabía qué hacer con ese entuerto.
La solución? Sustituir a El Boli por el emergente actor y presentador de televisión, Erlín Saul, quien fungía como asistente de dirección y previamente se había aprendido las pocas líneas (dicho sea de paso) que le correspondían al personaje que interpretaría el prodctor de “El mañanero”, en la pieza teatral.
Moraleja: que por más atractivo que resulte una figura de la televisión para un proyecto teatral, que casi seguro arrastrará una asistencia considerada de público, las tablas merecen más dedicación y sacrificio. Oíste, querido Boli?
La obra: es una comedia ligera, del dramaturgo Alfonso Poso, en la que intervienen Hony Estrella (que sigue demostrando sus dotes histriónicas, a pesar de la ligereza de este montaje), Irving Alberti y el propio Gordo Germán (ellos tres son el alma de la obra; Miguel Lendor (Papachín), Kenny Grullón, que es algo así como un “special guest” o invitado especial; Sabrina Gómez y Yelitza Lora (estas dos, con papeles tan breves, que muy bien se pudo prescindir de ellas); ah y un tal Giancarlo Valdez.
La pieza sigue en cartelera a partir del jueves y hasta el domingo de esta misma semana, en la sala Máximo Avilés Blonda, del Palacio de Bellas Artes.
fuente: Masvip