El Mundo Siguió Girando…
El mundo siguió girando ayer pese a la angustia de unos y a las bromas de la mayoría por los pronósticos apocalípticos que surgieron de un cambio de era en el calendario maya, que se celebró, entre la espiritualidad y la curiosidad turística, en sitios arqueológicos de Centroamérica y México.
Con los primeros rayos del sol, sacerdotes mayas celebraron la ceremonia del fuego en lugares sagrados y majestuosas ruinas como Tikal, en el norte de Guatemala, y Chichén Itzá, en el sureste de México, en saludo a una nueva era, tras concluido un ciclo de 5.200 años, 13 baktun en el complejo calendario maya. Ante unos 3,000 espectadores, reunidos en torno a un círculo en el centro de la Plaza Mayor de Tikal, unos 560 km al norte de la capital guatemalteca, los sacerdotes prendieron el nuevo fuego y pidieron por la unidad, la paz, el fin de la discriminación y el racismo.
El acontecimiento dio lugar a interpretaciones catastrofistas, animadas en gran parte por películas de Hollywood. Una supuesta profecía maya, que los mismos mayas han desmentido hasta el cansancio, impulsó a algunos alrededor del mundo a refugiarse en montañas y en curiosos refugios anticataclismos, tan costosos que sólo el que tiene una buena billetera podría salvarse. Cientos de fanáticos subieron a montañas de Serbia o Francia. Y en Argentina cundió el temor a suicidios colectivos en una montaña de reputación mística. En la India, China, Australia, Turquía, Holanda… miles se prepararon para este 21 de diciembre.