Recuperar la alimentación cardiosaludable tras la Navidad para poner a raya al colesterol
EP.- Acabadas las Navidades hay que mirarse al espejo y reconocer que un año más nos hemos dejado llevar. Hemos comido, bebido y disfrutado, pero nuestro organismo está peor que hace quince días. A buen seguro que se ha incrementado el nivel de colesterol malo, y eso lo puede pagar nuestro corazón.
- El exceso de colesterol afecta a uno de cada dos adultos españoles.
- Hay que retomar la dieta mediterránea: frutas, verduras, cereales integrales, lácteos desnatados, frutos secos, carnes magras y pescado azul.
- Se reduce hasta un 50% la ingesta de colesterol y un 74% la de grasas saturadas.
Los expertos de la Sociedad Española de Cardiología (SEC) y la Fundación Española del Corazón (FEC) aseguran que durante estas fiestas “cambian las rutinas y se someten los corazones a emociones y tensiones suplementarias”, lo que repercute, conjuntamente con los excesos alimenticios, en “un aumento en los niveles de colesterol”. Ante ello, y “por el bien de la salud”, apuestan por reanudar “los buenos hábitos de vida”.
Para el presidente de la FEC, el doctor Leandro Plaza, en el periodo navideño “se abusa de alimentos ricos en grasas saturadas y se abandona la actividad física”. Esto genera un exceso de colesterol, que es “uno de los principales factores de riesgo en el desarrollo de enfermedades del corazón”, manifiesta.
En la actualidad, este problema “afecta a uno de cada dos adultos españoles”, lo que puede ser combatido controlando los principales factores de riesgo cardiovascular, como “la hipercolesterolemia”, sostiene. Sin embargo, con motivo de estas fechas, los españoles engordan “varios kilos al comer demasiado durante casi dos semanas”, asegura.
Qué tenemos que comer
Para paliar el aumento de peso, desde la SEC y la FEC recomiendan algunos hábitos alimentarios:
- Dormir las horas suficientes.
- Regresar a una pauta nutricional basada en la dieta mediterránea.
- Incorporar alimentos bajos en grasas saturadas, colesterol y sodio.
- Y alimentos ricos en fibra y ácidos grasos esenciales: frutas, verduras, cereales integrales, lácteos desnatados, frutos secos, carnes magras y pescado azul.
Estos alimentos “constituyen la base de una alimentación amiga del corazón”. El aceite de oliva contiene principalmente ácidos grasos monoinsaturados; la vitamina C es antioxidante y combate los radicales libres; los lácteos reductores de colesterol tienen esteroles vegetales.
Además, las nueces y frutos secos, y el pescado azul deben ser consumidos, ya que “son ricos en fibras, vitaminas, minerales y antioxidantes; y tienen grasa cardiosaludable”. Según Plaza, con todo ello, “se permite reducir hasta un 50% la ingesta de colesterol y hasta un 74% la ingesta de grasas saturadas a lo largo del día”.
Y junto a todo este buen comer (por saludable), el ejercicio. La SEC y la FEC aconsejan seguir algún tipo de actividad física, como caminar entre 30 y 40 minutos diarios. Además, es “fundamental” mantener una correcta hidratación, un buen descanso y evitar el consumo de alcohol y el tabaquismo, concluyen los especialistas.