Las mujeres que caminan ligero al menos tres horas a la semana reducen el riesgo de ictus
Todo consejo médico de hoy en día acaba con una recomendación: “Haga ejercicio”. Y eso no significa matarse en el gimnasio o correr 30 kilómetros cada día. Andar, simplemente andar ligero con regularidad, puede hacer mucho por nuestra salud.
Un nuevo ejemplo de los beneficios de una caminata lo señala un estudio español. Las mujeres que caminan de forma ligera al menos tres horas cada semana son menos propensas a sufrir un ictus que aquellas que andan menos o nada.
El trabajo, que publica Stroke, ha sido liderado por el investigador español José María Huerta: “El mensaje para la población general es siempre el mismo: una actividad moderada es buena para la salud“.
Estudios anteriores ya habían relacionado la actividad física con la posibilidad de sufrir menos derrames cerebrales, los cuales son causados por un bloqueo en las arterias o una ruptura de vasos sanguíneos en el cerebro.
Ahora, el nuevo estudio demuestra que las mujeres que caminan a paso ligero unos 210 minutos a la semana tienen menos riesgo de derrame cerebral que aquellas con una vida sedentaria. Además, las primeras tienen menos posibilidades de sufrir un accidente cerebrovascular que las que andan en bicicleta o hacen otros ejercicios cuya intensidad en poco tiempo es más elevada.
Pero no en los hombres
Para llegar a esta conclusión, Huerta y su equipo repartieron cuestionarios a aproximadamente 33.000 mujeres y hombres que incluían preguntas sobre su actividad física. Posteriormente, estas personas fueron clasificadas por género, tipo de ejercicio y tiempo total que dedicaban a su actividad semanalmente.
Tras ello, los autores observaron durante 12 años a los participantes y registraron un total de 442 accidentes cardiovasculares. Las mujeres que caminaban regularmente tuvieron un 43% menos de riesgo de padecer estos percances en comparación con el grupo inactivo, señala el investigador.
Sin embargo, no existe una reducción de las posibilidades de sufrir derrames en hombres en comparación con mujeres que practicaban ejercicio con la misma frecuencia. “No existe una explicación clara al respecto”, reconoce Huerta.
Pese a que existe un mejor control de la presión arterial y más campañas contra el tabaquismo, la Organización Mundial de la Salud (OMS) predice que los casos de ictus aumentarán a medida que la población mundial siga creciendo.