Con su sangre salvó la vida de 2 millones de bebés
La sangre de James Harrison, un australiano de más de 70 años de edad, es única. Su alto contenido en anticuerpos que sirven para combatir una forma grave de anemia ha salvado la vida de millones de personas.
Con la sangre de este australiano, se consigue elaborar una vacuna que se inyecta en las mujeres embarazadas (la Inmunoglobulina RHo (D), creada en 1968), lo que evita que muchos niños no sólo dejen de morir sino de desarrollar daños cerebrales.
Esta grave forma de anemia se produce en los niños con incompatibilidad materno-fetal Rh, la enfermedad de Rhesus. Las continuas donaciones de Harrison han permitido salvar, por lo tanto, la vida de más de dos millones de bebés.
Harrison lleva más de 50 años donando sangre, y estima que lo ha hecho más de 1.000 veces. Por ello, el australiano ha sido premiado con la Orden de Australia así como con el título honorífico de ’hombre con el brazo de oro’ por su extraordinario servicio a la comunidad.
Algunos expertos consideran que la contribución de Harrison no ha der ser considerada como extraordinaria dado que según ellos existen miles de personas en el mundo con Rh negativo.