Remedios caseros para la inflamación
Las inflamaciones surgen en cualquier parte del cuerpo por golpes, heridas u otros problemas de salud que pueden afectarnos –retención de líquidos, artritis, problemas hematológicos–. La inflamación es la hinchazón, enrojecimiento y calentamiento de los tejidos, causando diversas molestias. Pero como siempre, la naturaleza nos brinda elementos con los que cuidar nuestra salud, como estos remedios caseros para la inflamación que hoy quiero compartir con ustedes.
a alimentación es el primer paso para reducir las inflamaciones producidas por toxinas, químicos y contaminación. Un consumo alto de alimentos crudos, una correcta hidratación y los tés de hierbas y jugos de fruta pueden mejorar considerablemente nuestras inflamaciones. Además, los alimentos con flavonoides –potentes antioxidantes– como la espinaca, los arándanos, las fresas o las cebollas, reducen la inflamación de los tejidos.
La piña o la lechoza ayudan a combatir la hinchazón e inflamación cuando esta ya se produjo, gracias a las enzimas que contienen. Llevará entre dos a seis días reducir una inflamación si comemos un trozo mediano de alguna de estas frutas cada día.
El consumo de ácido grasos mediante la ingesta de pescados de agua fría –arenques, caballa, salmón y sardina–, la reducción de grasas saturadas y la sal, evitar las bebidas cola, el azúcar y la harina blanca nos ayudarán a prevenir inflamaciones.
Otros alimentos saludables que previenen la inflamación son el aceite de oliva, los frutos secos, las semillas, el cacao, la menta, el orégano, la canela, el romero, el tomillo, el aloe vera y la Stevia.
La cúrcuma es llamada la Aspirina de Asia, ya que cura heridas y trata enfermedades inflamatorias como la artritis gracias a la curcumina, que también es un potente antioxidante. Hoy en día los científicos investigan si es posible que la cúrcuma trate el cáncer y el Alzheimer, aunque aún es demasiado pronto para saber si esto es viable.
El jengibre es generalmente utilizado como una especia para dar sabor a las comidas, pero también tiene un potente poder antiinflamatorio, ideal para personas con problemas gastrointestinales. La raíz de jengibre inhibe los genes responsables de crear las inflamaciones, y se puede consumir en forma de polvo, en las comidas o en té. Debemos tener cuidado ya que puede aumentar el riesgo de sangrado, así que tenemos que evitarla si tomamos medicamentos anticoagulantes.
La terapia de frío y calor aplicada en la zona inflamada también es efectiva y simple, sobre todo si es utilizada en distensiones o esguinces. El calor aumenta la flexibilidad y reduce la tensión y el frío adormece los músculos y disminuye la inflamación. Este método no está aconsejado para personas con problemas circulatorios o diabetes.
Además, la grasa corporal puede aumentar el riesgo de inflamación, ya que son las hormonas –que en personas con sobrepeso están fuera de control– las encargadas de regular el sistema inmune y la inflamación. Además, el tejido graso produce productos químicos que causan inflamación.
Los diferentes remedios caseros para la inflamación nos ayudarán a curarla, pero también con un cambio de hábitos podemos prevenirla.