Tu nariz reconoce tus alrededores, a tu familia, lo que te amenaza y lo que te fascina
“Me huele mal” es una frase que decimos casi sin pensar cuando sospechamos que algo no está bien. Sin embargo, no lo decimos a sabiendas de que el olfato es uno de los más confiables y precisos de los seres humanos y percibe, más que olores, situaciones y estados de ánimo. Es más, es el sentido con el que se nace completamente desarrollado. Por el olor es que los bebés comienzan a reconocer a papá. Tu nariz reconoce bien tus alrededores, a tu familia, lo que te amenaza y lo que te fascina.
Generaciones atrás, para que los bebés se quedaran dormidos, les ponían al lado una pieza de ropa de la mamá. Tal vez nos parecía ridículo, pero daba resultado. La nariz es muy buena reconociendo familiares. En un estudio a ciegas, se les dio a los sujetos camisetas de un amigo, un extraño, hermanos, padres y madres. Los olores de familiares se reconocieron en un porcentaje más alto que el nivel de probabilidad, pero el olor de la madre lo identificó el 90% de los participantes. En el estudio extendido se encontró que la genética da un lazo olfatorio especial. Las madres identifican mejor los olores de sus hijos biológicos que los de sus hijastros.
Esa misma nariz casi determina que una mujer acepte o no a un hombre. Rachel Herz, de Brown University, dice que si a una mujer no le gusta el olor de un hombre, esa es una barrera visceral para tener intimidad. Un mismo hombre puede olerle mal a una mujer y muy bien a otras. La bioquímica del olor está relacionada con la bioquímica sexual, a tal punto que si a una mujer le gusta el olor natural de un hombre, es una señal de que los sistemas inmunológicos son compatibles y los futuros hijos pueden ser más resistentes a las enfermedades.
La nariz, además de identificar la edad y la enfermedad, huele el miedo y la tensión. Si tomas dos muestras de sudor, una de alguien que está corriendo y otra de alguien que va a decir un discurso, la muestra del que va a decir el discurso huele a miedo. El olor de una persona ansiosa, aunque tú solo puedas distinguirlo como diferente, provoca que te alejes o te sientas recelosa, según Johan Lundstrom, de Monell Center.
No son ideas tuyas sin fundamento. Existe mucha evidencia que te apoya cuando dices que tienes muy buen olfato para las cosas. Está probado que los humanos tenemos buen olfato para todo, en más de un sentido.