Somos más propensos a ver el lado positivo de las cosas
Un estudio reciente llevado a cabo por Ed O’Brien y otros científicos de la Universidad de Michigan demuestra que somos más propensos a ver “el lado bueno de las cosas”.
Los investigadores realizaron encuestas a los sujetos estudiados para analizar su actitud ante la vida y así, tomar en cuenta dicha variable. Tras detectar diferentes grados de optimismo y pesimismo entre los individuos que componían la muestra, se les expusieron diferentes situaciones e inquirió sobre sus reacciones emotivas ante las mismas.
Al postular un futuro prometedor, los encuestados optimistas expresaron sentir gran felicidad con el prospecto, mientras que los pesimistas no mostraron reacción aparente. Sin embargo, al postular un futuro desesperanzador, ninguno de los dos grupos se mostró con actitud negativa, no convencidos de que se sentirían mal al respecto.
Según O’Brien, las personas suelen explicar cómo evitarían la presencia de malas posibilidades, desechando la idea de que pudiesen ocurrir. Así mismo, tienen más dificultad en explicar la ausencia de sucesos buenos a futuro, siendo más afectados por este prospecto que por el de un futuro con eventos negativos.
Por otro lado, el estudio también demuestra que los sujetos tienen una mayor dificultad en imaginar varios eventos positivos versus la posibilidad de que unos pocos les acontezcan. Al parecer, pocos eventos concisos tienen un efecto psicológico positivo mayor que muchos eventos abstractos. El mismo fenómeno ocurre cuando las personas piensan en retrospectiva, manifestando una mayor felicidad al recordar tres buenas experiencias que al solicitárseles recuerden doce.