Beneficios que aportan los campamentos a los niños
Nuevas experiencias educativas y divertidas son las que viven los niños y las niñas que tienen la oportunidad de participar en campamentos de verano. Estos se caracterizan por aportar educación, diversión y recreación.
Cada año cientos de familias deciden llevar a sus hijos a estas actividades veraniegas como recompensa de calificaciones o comportamiento, y con el propósito de que aprendan cosas nuevas para enriquecer su intelecto y habilidad.
Los campamentos de verano son muy favorables porque los infantes tienen la oportunidad de orientarse, relajarse y divertirse sanamente, además de conocer nuevos amigos y lugares.
A la hora de elegir un campamento es necesario que los padres investiguen cómo es y cuáles son las precauciones y responsabilidades que este puede suplir a los niños que participen.
Fray Víctor Payano, párroco y coordinador del Campamento Villa Alegre, de Villa Duarte, explica que el objetivo de realizar este espacio es que niños y niñas aprendan y se diviertan llevando toda la experiencia adquirida a su vida cotidiana.
El campamento brinda un espacio de crecimiento personal, para formar hábitos de vida saludables, fomentar el uso activo y pleno del tiempo libre en contacto con la naturaleza y estimular el desarrollo de las capacidades físicas e intelectuales.
Generalmente, los niños disfrutan al máximo de la experiencia, ya que están libres de los deberes escolares, de las obligaciones domésticas y de la mirada vigilante de sus padres. También tienen la oportunidad de experimentar una sensación de libertad y responsabilidad fuera de casa.
Los niños aprenden a ser más tolerantes, desarrollándose espiritual y personalmente, y creando nuevos amigos por medio de actividades y juegos, dice el párroco.
También es importante orientarlos con temas formativos como la higiene, el cuidado del medio ambiente, la sana alimentación, el reciclaje, y enseñanza de valores humanos.
Además puede haber manualidades, bailes, cantos, teatro, y deportes en espacios donde los niños vivan experiencias únicas para su desarrollo cognitivo, social y afectivo.
Payano resalta que un campamento debe estar organizado con tres meses de antelación como mínimo, y estructurado con una cocina completamente equipada, áreas de meriendas, servicios de baños, enfermería y transporte seguro.
((Equipo
Responsabilidad y compromiso Las personas que estén a cargo deben ser profesores, monitores, cocineras y auxiliares que trabajen en equipo y que garanticen armonía, convivencia, alegría, responsabilidad y bienestar.
Fray Víctor Payano afirma que los materiales y equipos que no pueden faltar en un campamento son el botiquín de primeros auxilios, una enfermera y un adulto por cada cinco niños.
También es importante saber que los alimentos y bebidas que consuman sean saludables, como agua, jugos, cereales, pan, leche, queso y jamón. Las zonas más recomendadas para visitar deben ser abiertas como parques, lugares históricos, el Zoológico o el Acuario.
fuente: listindiario