Muere Mandela, el ícono antirracismo
Nelson Mandela murió a los 95 años, en Johannesburgo. Las casi tres décadas que pasó en prisión por combatir el régimen racista sudafricano lo convirtieron en símbolo de la lucha contra la segregación
JOHANNESBURGO (Agencias).— Las salas de música y las fiestas de final de año de las oficinas quedaron en silencio el jueves en toda Sudáfrica, cuando el presidente Jacob Zuma dio la noticia que nadie quería escuchar: el amado héroe de la lucha contra la segregación racial Nelson Mandela había muerto.
“Nuestra nación ha perdido a su mayor hijo. Nelson Mandela nos unió y juntos nos despedimos de él”, dijo Zuma, en un mensaje televisivo al país, tras informar que el ex líder sudafricano murió ayer “pacíficamente” a los 95 años rodeado por su familia. Zuma calificó al icono de la lucha contra el apartheid como un “padre” para la nación y anunció que Mandela tendrá un funeral de Estado.
El Premio Nobel de la Paz 1993 falleció a las 20:50 (locales) en su casa de Johannesburgo, pero el anuncio oficial de su fallecimiento se produjo hasta cuatro horas más tarde.
“Los sudafricanos estarán de luto por la persona que, más que ninguna otra, vino a personificar su sensación compartida de nacionalidad”, señaló Zuma, quien dijo: “Siempre te amaremos Madiba”, en referencia al nombre del clan del ex líder sudafricano.
La muerte de Madiba generó una reacción instantánea en todos los rincones del planeta, pero la más emocional partió de sus propios conciudadanos, que se reunieron por centenares frente a su vivienda del barrio de Hougton para despedirle.
Agitando banderas, con cámaras fotográfica, flores, canciones y bailes, centenares de personas de distintas razas y religiones homenajearon al gran héroe sudafricano al grito de “Nelson Mandela, Nelson Mandela”. “La gente se puso sentimental, algunos lloraron y todos comenzaron a hablar sobre Mandela”, dijo Lesego Tsimo, de 19 años, quien salió del colegio y estaba afuera de un club nocturno en Soweto.
Mandela fue internado en el hospital de Pretoria el 8 de junio pasado con una grave pulmonía y fue tratado durante casi tres meses. Desde principios de septiembre estaba de nuevo en su casa de Johannesburgo, donde lo cuidaban 22 médicos.
Durante largos meses se indicó oficialmente que Mandela se encontraba “en estado crítico, pero estable”. Su ex mujer Winnie Madikizela-Mandela aseguró hace tres semanas que ya Mandela no podía hablar. “Se comunica a través de gestos del rostro”, contó entonces. Mandela aún seguía siendo inspirador, incluso en su “lecho de muerte”, destacó su hija mayor el martes a la emisora de televisión SABC.
“Pertenece a la historia”
El presidente estadounidense Barack Obama alabó a Mandela como “uno de los hombres más influyentes, valerosos y profundamente buenos” del mundo. “Él ya no nos pertenece, pertenece a la historia”, aseguró Obama en la Casa Blanca. El secretario general de la ONU, Ban Ki-moon, destacó la vida “ejemplar” que tuvo el ex presidente sudafricano. La Asamblea General de la ONU guardó ayer un minuto de silencio.
Por su parte, el presidente de México, Enrique Peña Nieto, dijo en su cuenta de Twitter que con la muerte de Mandela “la humanidad ha perdido a un luchador incansable”. De manera extraoficial se informó en la residencia oficial de Los Pinos que se esperaría a conocer la decisión del gobierno de Sudáfrica sobre los funerales para confirmar o no la asistencia del presidente Peña Nieto.
El secretario de Relaciones Exteriores de México, José Antonio Meade, dijo que su país se suma “al duelo que embarga a Sudáfrica y al mundo por la pérdida de un estadista, luchador y líder excepcional”. En un comunicado, la Secretaria de Relaciones Exteriores (SRE), a nombre del pueblo de México, extendió sus sentidas condolencias a su esposa, Graça Machel, a sus hijas, nietos y demás familiares, así como al pueblo y al gobierno de Sudáfrica. Muchos otros gobiernos, entre ellos los de China y Cuba, se sumaron también al duelo mundial por Madiba.