Consejos para no engordar a causa del estrés
El estrés es una realidad que está presente en todos nosotros diariamente. En ocasiones, cuando éste se convierte en crónico, es habitual que nuestro cuerpo empiece a sufrir cambios: se elevan los niveles de cortisol e insulina, y a menudo, aumenta nuestro apetito hedonista, ese que nos hace comer no solo por necesidad, sino por placer.
Nuestros ancestros ante situaciones de estrés, sufrían también un aumento de calorías y una acumulación de grasas, pero su situación era muy distinta, ellos desarrollaban una respuesta de “huída” ante una situación de peligro, y durante esa huida necesitaban esa reserva de energía. Nosotros, por nuestra parte, no podemos huir de nuestros trabajos o responsabilidades, de ahí que a menudo nos veamos recurriendo a la comida para obtener un instante de placer, sintiendo además cómo nuestro organismo, a pesar de no necesitar alimentarse, nos activa la necesidad de ingerir determinados productos.
Debemos señalar también que no todo el mundo engordaante una situación de estrés, hay quien pierde peso. Pero lo habitual sin duda es coger unos kilos, iniciando así un problema de salud que debemos saber detener. Te lo explicamos.
¿Por qué engordamos cuando sufrimos estrés?
El estrés es una señal del cuerpo que nos avisa de que algo a nuestro alrededor, no va bien y es una amenaza para nosotros: nos empuja, de algún modo, a dar un tipo de respuesta. Nuestros antepasados vivían en constantes riesgos para su vida que debían saber detectar, para evitar, y, en consecuencia,sobrevivir. En la actualidad, esa sensación de peligro, de estrés, ya no está asociada a esos mismos estímulos más físicos, se trata de dimensiones psicológicas en su mayoría: un problema familiar, personal, laboral…El estrés, por tanto, nos causa cambios muy acentuados en nuestro organismo, siendo precisamente el aumento de peso uno de ellos. Pero veámoslo para entenderlo mejor:
- La corteza suprarrenal se estimula produciendo la hormona cortisol.
- Esta hormona, el cortisol, produce una liberación de grasas yglucosas a partir del tejido adiposo en el torrente sanguíneo.
- La insulina, hormona responsable de llevar la glucosa desde el torrente sanguíneo hacia las células para almacenarla, la inhibe para conseguir que las grasas y la glucosa de la sangre estén disponibles para ser fuente de energía en los tejidos que se necesite.
- La activación basal del sistema nervioso simpático se eleva, en especial en las personas con diabetes, provocando casos de obesidad en situaciones de estrés.
- Se tiene una mayor ansia por consumir las llamadas “comidas reconfortantes”, con grasas y azúcares. Son alimentos que actúan como opiáceos para el cerebro y que tienden a relajar la ansiedad y el estrés.
- El estrés en el trabajo, en particular, se asocia por ejemplo al consumo de la comida rápida. En ocasiones es común comer este tipo de alimentos-basura mientras se trabaja.
Evitar engordar ante situaciones de estrés
La principal medida a tomar es sin duda resolver nuestra situación de estrés, saber identificar las fuentes y gestionar el problema de modo adecuado. Establecer un balance entre nuestra vida personal sabiendo anteponer prioridades, nos ayudará a poder ir afrontando poco a poco nuestra realidad. Este es el primer escalón a superar, pero veamos ahora qué puntos debemos saber tratar para evitar que el estrés nos haga subir de peso.
Identifica en qué momentos sientes ansiedad por comer
Se trata de estudiar tu hambre. Hemos de cumplir nuestras comidas principales en su horario. El desayuno es fundamental y lacena siempre será un poco más ligera. Cuando sufrimos de estrés es habitual que, en determinados momentos nuestro cerebro reclame comer, ya que siente la necesidad de atajar la ansiedad con algo de comida, de ese modo obtiene placer y se relaja. Identifica cuando te ocurre esto: ¿Antes de entrar al trabajo? ¿Cuando llegas a casa? Identificar esos instantes es un modo de controlarlos. Evita ante todo la comida industrial, los azúcares, las grasas. Sustitúyelos por los alimentos que te indicamos.
Alimentos que reducen el estrés
Tal vez te sorprenda, pero existen alimentos que van a ayudarte a reducir el estrés y a controlar tu peso. Introdúcelos en tu dieta siempre que puedas:
Aguacate
El aguacate posee en su interior unos nutrientes esenciales que ayudan a reducir las hormonas del estrés, regula la presión arterial y ofrece una sensación saciante. Intenta tomar un aguacate al día, ya sea a medio día cuando sientas hambre, o en tus ensaladas.
Té verde
Gracias a sus antioxidantes: polifenoles, flavonoides y catequinas, favorecen eliminación de las grasas, y lo más interesante, detiene la producción de una sustancia inflamatoria que provoca el hambre, acelerando además el metabolismo. Además, el té verde, calma nuestro organismo y nuestro cerebro, regula funciones básicas. Puedes tomarlo hasta 3 veces al día, pero eso sí, no le añadas azúcar.
Arándanos
Otro exquisito antioxidante. Es un aliado para nuestro sistema digestivo, riñones y vejiga, pero, además de eso, posee unas virtudes excelentes para regular el estrés.
Nueces
Las nueces son una fuente esencial de Omega 3. Este ácido graso es muy beneficioso, es un activador cerebral y reductor del colesterol.Son perfectas para tomarlas entre horas, regulará nuestro estrés.
Arroz integral
El arroz integral es una fuente maravillosa de Vitamina B. Intenta ponerlo en tu dieta siempre que puedas, cuando nuestro organismo obtiene una buena dosis de vitamina B, acumulamos menos estrés.
Chocolate negro
Puede que te sorprenda. Pero en situaciones de estrés consumir chocolate negro, amargo y con cacao entre el 70 y el 90 %, es muy beneficioso: alivia la fatiga, nos aporta magnesio, y lo más importante, reduce las hormonas del estrés. Pero eso sí, puedes consumir dos onzas al día, y cuando lo hagas, cómelo poco a poco favoreciendo la salivación.