Claves para prevenir los daños del estrés en tu cuerpo
El ritmo acelerado de que llevan muchas personas ha provocado que atraviesen por episodios de estrés constantes. Esto tiene como el resultado que el cuerpo genere una respuesta biológica similar a la que sufre cuando se enfrenta a una situación de peligro: se liberan hormonas que protegen al organismo de posibles agresiones y se activa el sistema nervioso.
La nutrióloga colombiana Gabriela Gaona Villarreal advierte que el estrés tiene una reacción en cadena en la que algunas funciones, como la digestión, se pueden ver afectadas. Lo anterior puede agravarse debido a la ingesta excesiva de grasas, cafeína, tabaco, alcohol, pocas frutas, verduras y cereales con fibra, reseñó Terra .
Los hábitos alimenticios también se modifican generando disminución del apetito, movimientos lentos del intestino, inflamación del sistema digestivo o dificultad para digerir los alimentos por alteraciones en la secreción de jugos gástricos o enzimas.
Para prevenir los estragos causados por el estrés, la especialista en nutrición aconseja:
– Realizar por lo menos 3 comidas al día (desayuno, comida, cena) aún cuando no se tenga apetito. Es importante no dejar pasar mucho tiempo sin comer para que el sistema digestivo se mantenga activo y regular.
– Consumir frutas y verduras en cada comida del día, estos alimentos contienen agua, fibra, vitaminas y minerales que ayudan a que el organismo funcione de manera adecuada, evitando generar estrés interno.
– Ingiere suficiente fibra, ya que ésta ayuda a la regularidad intestinal, previene el estreñimiento y ayuda a evitar el síndrome de intestino irritable y otros padecimientos digestivos molestos.
-Tomar suficiente agua. En ocasiones, debido a la demandante rutina laboral es probable que olvidemos beber agua, por ello se aconseja tomar pequeños tragos a lo largo del día para mantener el cuerpo bien hidratado. El agua es importante para mantener el cuerpo en equilibrio, eliminar sustancias de desecho y ayuda en los procesos de digestión.
– Realiza ejercicio o encuentra una de relajación que te ayude. Cualquiera que sea la forma que funcione procura practicarla de manera regular para mantener el cuerpo en equilibrio y lo más libre de tensiones posible.
Fuente: Panorama