¿Qué dice la ciencia sobre la felicidad humana?
A lo largo de nuestra vida, la felicidad sigue una curva en forma de U. Entre los 18 y los 25 años está arriba, baja cuando nos acercamos a los 50 (¿te suena la “crisis de los 40 o de la mediana edad”?) y vuelve a ascender conforme envejecemos.
Se trata de un proceso gradual en el que la energía y las experiencias nuevas que llenan la juventud dan paso a las responsabilidades, las dudas y las frustraciones existenciales a medida que nos convertimos en adultos: ¿he desperdiciado mis mejores años? Si me hubiera dedicado a otra cosa, ¿sería más feliz?
¿A qué se debe este fenómeno? ¿Se trata de algo exclusivamente cultural? ¿O existen también factores biológicos que lo expliquen? Las raíces de la felicidad humana es un puzzle que los científicos tratan de resolver desde hace años.
Claves de la “crisis de los 40”
Uno de los primeros en tomarse la felicidad como un asunto científico serio fueRichard Easterlin. Eran los años 70 y trabajaba en la Universidad de Pennsylvania. Tras analizar los datos de cientos de encuestas de países de todo el mundo sobre la felicidad, llegó a la conclusión de que más allá de cierto punto, los habitantes de un país no son más felices aunque éste siga incrementando su nivel de riqueza. Hoy en día, Easterlin es considerado el fundador de una rama de la ciencia conocida como “la economía de la felicidad”.
Sin embargo, sus estudios cayeron el olvido hasta los años 90, cuando David Blanchflower, de la Universidad de Dartmouth, y Andrew Oswald, de la Universidad de Warwick, decidieron analizar la relación entre el trabajo y el grado de felicidad de las personas en diferentes países. En todos los lugares observaron el mismo patrón: el nivel de satisfacción con la vida disminuía para tocar fondo en algún punto entre los años 40 y los principios de los años 50. A partir de ahí, conforme aumentaba la edad, el grado de bienestar psicológico volvía a incrementarse hasta alcanzar un nivel más alto que en la edad adulta.Este patrón fue bautizado, tiempo después, como curva U de la felicidad.
La forma exacta de la curva y la edad en la que ésta alcanza su nivel más bajo, varían, entre otros factores, según el país, el tipo de encuesta realizada y el método estadístico empleado para analizar los datos. Pero, aún y todo, se trata de un fenómeno muy extendido y que afecta tanto a hombres como a mujeres. En un estudio llevado a cabo en 2008, Blanchflower y Oswald encontraron que, en 55 de 80 países analizados, el punto más profundo de la curva-U aparecía, en promedio, a los 46 años.
Un resultado similar obtuvieron Carol Graham y Milena Nikolova, de la Institución Brookings, al analizar los resultados de una encuesta sobre la felicidad efectuada por la compañía Gallup en 149 países. En el estudio se pedía a las personas que pusiesen nota a sus vidas en una escala de 0 a 10, donde 10 representaba “la mejor vida posible” y 0 “la peor”. El menor grado de satisfacción vital aparecía entre los 39 y los 57 años. Por el contrario, y para sorpresa de toda la comunidad científica, un estudio de la psicóloga de la Universidad de Stanford Laura Carstensen publicado en la revista Psychology and Aging en 2011 situó el punto de mayor satisfacción emocional ¡a partir de los 70 años!