Las costumbres navideñas más extrañas del mundo
Estamos acostumbrados al niño jesús, con su pesebre, o a San Nicolás con su trineo y sus renos. Resulta difícil pensar que en otros lugares tienen una tradiciones más peculiares. ¿Quieres saber cuáles son las más llamativas costumbres navideñas en el mundo?
Todos tenemos en la la forma tradicional de la Navidad, la que fijaron las novelas de Charles Dickens en el siglo XIX y popularizó Hollywood en el XX. Contra esta ortodoxia se rebelan diversos territorios por el mundo celebrando el nacimiento de Jesús de maneras peculiares.
Cataluña Superstar
Muchos pueblos de Gales clavan una calavera de caballo en una estaca y lo pasean por la calle. El palo se esconde bajo una sábana, dando un aire fantasmagórico al bicho. La tradición se conoce como Mari Lwyd y consiste en vistar pubs y domicilios particulares cantando villancicos.
En este de artículos la prensa internacional siempre destaca el “caganer”, esa costumbre catalana de incluir en el belén un pastorcillo defecando. Con la llegada de la cultura de la celebridad se empezó a sustituir por famosos, sea el Dr House, Artur Mas o José Mourinho. También llama la atención el “caga tió”, un tronco al que se pinta una carita sonriente y se le pone gorro de Papá Noel. Los niños le cubren con una manta, le pegan con un palo y supuestamente expulsa dulces, y turrón.
El lado oscuro de Santa
Austria invita a sus celebraciones al gemelo perverso de Santa Claus. Se llama Krampus y vista a los niños que se portan mal (un castigo mucho más intimidante que el carbón dulce). Cientos de voluntarios se disfrazan como él en Nochebuena y hacen lo posible por asustar a los niños. Algunos reparten carbón verdadero, otros incluso les amenazan con palos. Sin duda, merecen el premio a la tradición más escalofriante.
En el extremo encontramos a Cracovia (Polonia), donde el ayuntamiento decora todos los monumentos históricos con escenas navideñas. Castillos e iglesias aparecen transformados para celebrar las fiestas.
Fuego ritual
La localidad sueca de Gavle no perdona la construcción de una cabra de paja de 12 metros de altura. La intención es decorativa, pero siempre acaba saliendo un espabilado que se salta las barreras de seguridad y le prende fuego, para regocijo de los fiesteros más extremos. En Caracas, capital de Venezuela, las fuerzas de seguridad cierran las calles centrales de la ciudad para que la gente pueda ir patinando a la misa del gallo.
Los australianos, que disfrutan de estas fiestas en pleno verano, se comen el pavo sobre la arena, en toallas de colores. La costumbre más absurda corresponde a Colorado (Estados Unidos), donde los frustrados por la Navidad lanzan tartas de fruta a los bosques de Manitou Springs.
Fuente: Yahoo