¿Quien todavía espera Los Reyes Magos y La Vieja Belén?
Todavía algunos niños recogen hierba y ponen agua bajo la cama para esperar a unos curiosos reyes de oriente que les traen regalos. Otros se resignan a esperar a la Vieja Belén una semana más tarde, pero para la gran mayoría los regalos vienen de Santa Claus; claro, los que aun no saben que los obsequios los compran sus padres.
Las tradiciones se pierden con el tiempo, podría decirse que las ocasiones festivas ya no tienen el mismo significado que antes, pues están reducidas a días comerciales sin que niños, ni adultos sepan muchas veces su motivo. Y en ocasión de “El Día de Reyes”, muchos pequeños ni siquiera saben quiénes son los Reyes Magos, ni por qué les traen regalos. El personaje de la Vieja Belén corre con menos suerte, pues ha sido olvidada por varias generaciones.
La costumbre de celebrar el día de los Reyes Magos es propia de los países católicos, especialmente de los hispanos. Esta tradición se origina en la historia bíblica del nacimiento de Jesús y la visita de unos reyes de oriente que guiados por una estrella en el cielo, llegan hasta Belén donde se hallaban María y José en torno al recién nacido Jesús. La Epifanía, como se conoce la celebración, está marcada en el calendario para el día 6 de enero aproximadamente dos semanas después de la fecha en que se presume ocurrió el nacimiento de Jesús.
En países como México, este día es un acontecimiento casi tan notorio como Navidad o Año Nuevo, se hace una gran fiesta, la famosa “rosca” de Reyes y un popular desfile con los personajes. Sin embargo en República Dominicana, la celebración del día de Reyes, tiene mayor prominencia en la capital dominicana, aunque se sigue en todo el país.
Por otro lado, la Vieja Belén es un personaje de orígenes más bien indefinidos, se cree que está inspirado en una “bruja buena” de Italia llamada la “Befana”. Julia Álvarez en El Mejor Regado del Mundo: La Leyenda de la Vieja Belén, el único libro dedicado exclusivamente a este personaje, explica que también se cree que los inmigrantes de las islas inglesas “cocolos” e italianos que llegaron en el siglo XIX trajeron esta tradición que se dominicanizó con el tiempo. También Marcio Veloz Maggiolo en “Trujillo, Villa Francisca y otros fantasmas” coincide con estas teorías.
En 2013, la folclorista dominicana Xiomarita Pérez propuso que se instituyera el 13 de enero como el día de la Vieja Belén. La tradición impone que la bondadosa señora lleva regalos a los niños pobres que fueron olvidados por los Reyes Magos a su paso. La verdad es que simboliza una extensión de tiempo para que los padres dominicanos puedan comprar regalos a sus hijos.
Debería empezarse en casa, para que los padres dominicanos aquí y sobre todo en el extranjero, instruyan sus hijos a conservar sus raíces y tradiciones. Lamentablemente tanto la Vieja Belén como los Reyes Magos, corren el riesgo de ser arrastrados por el paso del tiempo y la adopción de costumbres ajenas como la llegada de Papa Noel, que como con casi todas las cosas, lo extranjero resulta más atractivo que lo propio.