¡Atención! Los callos de los pies no deben eliminarse por completo
El sistema nervioso, uno de los más complejos e importantes de nuestro organismo, es el encargado de reaccionar ante los estímulos externos (a través de los sentidos) e internos y responder a ellos con diferentes acciones corporales.
Puesto que el sistema nervioso es el encargado de controlar la mayor parte de nuestras funciones viales (respiración, latidos del corazón, hambre, sed, postura, etc.) así como de nuestras emociones (alegría, tristeza,…) es importante fortalecerlo de manera natural para asegurarnos una buena calidad de vida.
Tres alimentos muy beneficiosos
Hay algunos alimentos específicos que actúan positivamente regulando nuestro sistema nervioso:
- Levadura de cerveza: Gracias a las vitaminas del grupo B es también un buen fortalecedor del sistema nervioso central, por lo que puede mejorar casos de depresión, ansiedad, estrés, apatía o falta de apetito. La podemos consumir en polvo, mezclada con zumo o yogur, o bien en comprimidos, si no nos gusta su sabor ligeramente amargo. Algunas marcas la comercializan desamargada para suavizar su sabor. Si la tomamos junto con las comidas mejoraremos la asimilación de sus nutrientes.
- Avena: Este delicioso ceral actúa como equilibrador del sistema nervioso,calma los estados de irritabilidad y de ansiedad leve, alivia el insomnio, incluso en niños pequeños, y favorece el rendimiento intelectual. Curiosamente es un alimento que relaja y a la vez da energía.Podemos tomarla cocida, en dulce o salado, hervida con leche y un poco de canela o con cremas de verduras. También podemos beber “leche” de avena.
- Polen: el polen es un superalimento. Equilibra el pH de la sangre y el funcionamiento del sistema nervioso, gracias también a las vitaminas del grupo B. Tomaremos una cucharadita de polen molido cada mañana, mezclada con un poco de agua, zumo o yogur.
El magnesio
Las alteraciones del sistema nervioso como el insomnio, la ansiedad, la hiperactividad, la inquietud o los ataques de pánico pueden ser síntoma de una falta de magnesio en nuestro organismo.
Se recomienda, en estos casos, el consumo de alimentos ricos en magnesio diariamente, como son:
- Cacao: El chocolate negro puro tiene casi 500 miligramos de magnesio en cien gramos
- Vegetales de hoja verde oscura: acelga, lechuga, espinaca.
- Frutas: Plátano, albaricoque, aguacate, melocotón, ciruela.
- Frutos secos: Almendras, anacardos, avellanas, nueces.
- Legumbres: Guisantes, lentejas
- Semillas
- Cereal: Arroz integral, mijo, avena
- Patata
- Calabaza
También podemos optar por un suplemento de magnesio. En ese caso tomaremos unos tres gramos cada día, por vía oral, repartidos en tres tomas para que el cuerpo las pueda absorver correctamente. Es decir, un gramo con cada comida.
Plantas medicinales
Las siguientes plantas medicinales actúan como relajantes y tonificantes del sistema nervioso. Podemos tomarlas en infusión o extracto, o bien aromatizar nuestro hogar y nuestra piel con sus aceites esenciales:
- Melisa
- Ginkgo biloba
- Hipérico
- Albahaca
- Lavanda
- Pasiflora
Luz solar
La luz del sol es un excelente regulador del sistema nervioso y además nos aporta vitamina D. Para disfrutar de sus beneficios podemos tomar el sol unos 10 o 15 minutos al día, preferiblemente al amanecer o al atardecer.
Caminar descalzos en un entorno natural
Caminar descalzos sobre la tierra húmeda, la hierba con rocío, la arena de la playa, dentro de un río, en el mar, etc, durante al menos media hora al día, es la manera más económica y saludable de equilibrar nuestro sistema nervioso. Además, nos ayuda a eliminar la radiación electromagnética que cargamos por nuestro contacto continuo con aparatos eléctricos. Recomendamos hacer la prueba, ya que los resultados se notan desde el primer día.
Terapia con agua
El agua a diferentes temperaturas nos ayuda a equilibrar nuestro sistema nervioso. Podemos hacer varias terapias:
- Frotaciones frías y húmedas con una toalla bien escurrida, no secada, haciendo el siguiente recorrido: mano-hombro, pie-ingle, tronco. Lo haremos rápidamente y después nos abrigaremos bien para entrar en calor.
- Baños alternos de brazos: Empezaremos poniendo los brazos en agua caliente, brevemente, e iremos alternando. El último tiene que ser el frío. En total estaremos unos 30 segundos.
- En general, terminar siempre un baño con una ducha fría de unos segundos es muy beneficioso. Evitaremos la zona de la cabeza.
- Finalmente, los baños de sulfato de magnesio (cantidad de unos 100 gramos) son muy relajantes y vitalizadores.