Dieta y cosméticos después del parto
Vas a necesitar mucho tiempo y mucha paciencia para recuperar tu figura porque un embarazo deja secuelas difíciles de paliar. Pero tienes de tu parte la energía que te provoca la felicidad de tener a tu bebé, así que tranquila, porque conseguirás volver a darle a tu cuerpo la forma que deseas.
Los meses después del parto no son el mejor momento para ponerte a dieta si quieres bajar esos kilos ganados durante el embarazo. Especialmente durante la lactancia, tu hijo va a necesitar todos los nutrientes posibles, así que mejor olvídate de las dietas milagro. Por el contrario, es un buen momento para empezar a comer más sano con una alimentación variada y equilibrada. Los beneficios los notarás tú y también tu bebé.
Las primeras semanas tras el parto no se recomienda la práctica de ejercicio, así que puedes empezar a moldear tu figura a base de cosméticos. Sabemos que la llegada del bebé supone una auténtica revolución en el hogar y no tendrás tiempo para nada, pero procura tomarte unos minutos cada día después de la ducha para aplicarte una crema reductora y antiestrías, sin olvidarte de la hidratación, que será fundamental para restablecer el equilibrio de tu piel.
Ejercicio físico
En cuanto tu médico y tu ginecólogo te lo permitan, puedes empezar a hacer ejercicio, en esos momentos que obligatoriamente deberías dedicar a ti misma. Aunque ahora te cueste desprenderte de tu bebé, ten en cuenta que si no te ocupas de ti misma, más tarde te reprocharás haberte abandonado de esa manera. Al fin y al cabo se trata de unos minutos cada día.
Los primeros ejercicios que debes hacer son los Kegel para recuperar la musculatura del suelo pélvico y evitar en el futuro los problemas de incontinencia urinaria. Se trata de unos sencillos ejercicios que consisten en contraer y relajar los músculos de la zona pélvica que puedes hacer en cualquier parte. Poco a poco ve ocupándote de poner en forma el resto de tu cuerpo, haciendo abdominales y movimientos aeróbicos suaves para recuperar tu cintura y reducir la flacidez del abdomen.
Una de las zonas más perjudicadas por un embarazo es el pecho, que sufren bruscos cambios de volumen y, al final del periodo de lactancia, pueden quedar más caídos y flácidos. Por lo tanto, conviene hacer ejercicios para reforzar los músculos pectorales. Pero no te obsesiones por recuperar tu figura cuanto antes; si no te abandonas totalmente, tu cuerpo volverá a tomar su forma en un tiempo. Mientras tanto, dedícate a disfrutar de tu bebé.