Matías Ramón Mella: Héroe Inmortal
Se dice popularmente, “de los cobardes no hay historia”; pero con hombres como Matías Ramón Mella, la historia se hizo sola, con cada uno de sus pasos por la vida.
Matías Ramón Mella, nació el 25 de febrero 1816 y su llegada al mundo tejió los hilos del destino de la República Dominicana. Nacido y criado en Santo Domingo, era hijo de Antonio Mella y Francisca Castillo, quienes le inculcaron los valores que forjaron su carácter.
Con tan solo 19 años fue nombrado “preposé” o encargado de la común (municipio) de San Cristóbal y un año más tarde contrae matrimonio con Josefa Brea. Aunque es poco lo que se sabe de su vida temprana. La historia rescata su participación activa en La Trinitaria y su posterior “Trabucazo” en la Puerta de la Misericordia que proclama la Independencia.
Sin embargo detrás de ese “Trabucazo” hay una serie de acciones determinantes de Mella, que son por lo general olvidadas. Mella entro a la Trinitaria como “comunicado” y sustituyo posteriormente a Juan Nepomuceno Ravelo en la misión de alianza que Duarte le encomendó. Negoció alianzas con los adversarios de Boyer y fue hecho prisionero por espacio de dos meses en Puerto Príncipe, Haití. Una vez libre, redactó junto a Sánchez el Acta de Independencia. Aun después del “Trabucazo”, Mella fue miembro activo y determinante de la Junta Central Gubernativa que dirigió los destinos del recién nacido país.
Ostentó cargos como gobernador del Distrito de Santiago, pero tras su precipitada proclamación de presidente a Juan Pablo Duarte, es tachado junto a Sánchez y Duarte como traicionero de la Patria y exiliado. Otros episodios de su vida también son recordados como su participación en el Ejército, a su regreso del exilio en 1848. Cuando se produjo el grito de Capotillo, Mella fungía como vicepresidente de la República.
La muerte le sorprendió, cuando enfermó severamente de disentería. Sus días finales, transcurrieron en extrema pobreza, en una casa en muy malas condiciones. Su última voluntad fue ser sepultado con la bandera nacional y así se cumplió.Sus restos se hallan en el Altar de la Patria, junto a Duarte y Sánchez.
Pero las penurias en que murió no empobrecieron su espíritu patriótico ni desaparecieron sus huellas sobre la nación que ayudó a construir. Su misión ya había sido cumplida y su nombre tallado imborrablemente sobre el lienzo de nuestra historia, Mella es y será un héroe inmortal.