Tipos de apego en la pareja: ¿De qué modo te aman?
Las personas necesitamos vínculos de apego para crecer, para obtener seguridad y una autoestima sana. La forma que tome ese vínculo va a determinar en gran medida la felicidad que nos proporcione.
Sin embargo, no todos los tipos de apego son adecuados o saludables. Algunos de ellos, en lugar de aportar confianza, nos ofrecen emociones negativas que nos amargan. ¿Sabes qué tipo de apego has establecido con tu pareja?
Hoy, en nuestro espacio, te invitamos a profundizar en este interesante aspecto de las relaciones humanas.
1. El apego ansioso o inseguro
Para comprender en qué se basa el apego inseguro, te pondremos un sencillo ejemplo. Tienes una cena de trabajo con tus compañeros. Aún no has llegado al restaurante cuando de pronto, empiezas a recibir mensajes de tu pareja.
Es posible que le haya parecido bien esa reunión, esa salida con tus compañeros; sin embargo, aún no ha pasado ni una hora cuando empieza aponerse nervioso/a. Se interesa por saber los nombres de las personas con las que estás. Te pregunta si no lo echas ya en falta, si no estarías mejor en casa que en esa cena.
Poco a poco, te va coaccionando con sus ansiedades, sus miedos. Su desconfianza. Estamos seguros de que este tipo de apego te es conocido. Aún así, debes conocer también cada una de las dimensiones que suelen manifestar estas personas:
- Necesitan muestras de amor casi constantes, como si nos viésemos obligadas/os a tener que demostrar que seguimos queriéndolos. En ocasiones, incluso, el acto sexual es casi como una manifestación de “propiedad” que de verdadero cariño.
- Están muy pendientes de nuestras reacciones. Se preocupan por cosas sin importancia, imaginando que algo malo ocurre en la relación y que vamos a dejarles.
- Cambian muy fácilmente de humor. Hay ratos en que somos lo mejor de su vida, como al instante, se muestran apáticos y desconfiados, como si les hubiéramos hecho algo negativo.
- Usan la manipulación emocional como arma más sutil y efectiva. Ahí donde ejecutar su voluntad mediante el chantaje, mediante los “ultimatums” de todo o nada, o incluso, haciéndose las víctimas para conseguir sus propósitos. Hemos de ir con cuidado.
2. El apego distante o frío
Las personas que se caracterizan por un apego distante o frío, entienden las relaciones afectivas de un modo diferente a lo que es habitual, o lo que otros esperan. No necesitan cercanía, demandan espacio personal y no son muy expresivos emocionalmente.
Ésto no significa en absoluto que no nos quieran, se trata, simplemente, de que su forma de hacerlo, no se corresponde con la nuestra. Es distante y apenas necesita de ese vínculo cargado de afecto y cariño, lo cual ocasiona un gran sufrimiento en la pareja.
Pero ¿Qué más aspectos suelen caracterizarlas?
- No saben interpretar las emociones de la pareja. Apenas disponen de empatía y tampoco identifican las necesidades que la otra persona pueda tener.
- Necesitan siempre su propio espacio. Espacio físico y espacio personal. Si en algún momento sobrepasamos ese límite, se sienten muy molestos, dolidos e incluso, traicionados, como si fuéramos incapaces de comprenderles. Mientras que ellos, lo que no ven es nuestro propio sufrimiento.
- Suelen preferir la soledad. De ahí que habitualmente eviten los compromisos serios y prefieran las relaciones esporádicas.
- El que sean fríos/as no quiere decir que no tengan necesidades emocionales. Simplemente, optan por reprimirlas.
- Son personas que además, tienen su propio concepto de cómo deben ser las relaciones afectivas. Es más, puede que hasta tengan el concepto de lo que es “la pareja ideal“. Una idealización a la que nadie, absolutamente nadie, puede llegar, lo cual, una vez más ocasiona un gran sufrimiento.
3. El apego seguro
Las personas que edifican su relación de pareja basada en un tipo de apego seguro, son las que más estabilidad y enriquecimiento afectivo y personal suelen conseguir. Pero ¿cuál es su secreto? ¿En qué se basa el apego seguro?
- El apego seguro se basa en la confianza mutua. En ser una persona madura, equilibrada y segura de sí misma que no tiene miedo al compromiso y que cuenta con un proyecto de futuro con la persona que ama.
- No manifiesta celos. No tiene la necesidad de controlar a la pareja porque confía en ella.
- Son personas que también ven necesario disponer de su propio espacio personal, pero dan de sí mismas para construir uno propio en pareja, a la vez que permiten que su compañero/a disponga del suyo. Respetan, saben construir y a su vez, comprenden la importancia de tener un proyecto. De hacer equipo.
- Saben dialogar y discutir con respeto. Comprenden que las diferencias, son habituales en toda relación de pareja, pero saben ceder para aunar puentes, para llegar a acuerdos de modo democrático.
- No manipulan, no hay egoísmos. Saben escuchar y no crean desconfianzas, sino que se preocupan diariamente en conseguir acuerdos: en cuidar de la persona que aman.
Para concluir. Cabe destacar un importante aspecto. Lo más saludable sin duda es que estableciésemos con nuestra pareja un apego seguro. Pero en realidad, todos tenemos unas pocas pinceladas de estos 3 tipos de apego.
Es hasta bueno, por ejemplo, sentir celos de vez en cuando. También son muchas las veces que buscamos ese espacio personal y propio, donde estar solos/as. Ahora bien, lo deseable es que el eje básico sea siempre un apego seguro, digamos que un 80%. El resto, es normal caer de vez en cuando en los extremos.
Así que ahora dinos ¿De qué modo amas? ¿Cómo te aman a ti?