Cómo el desierto del Sahara mantiene viva a la selva del Amazonas
Resulta difícil pensar cómo un lugar tan inhóspito puede ser en parte responsable de la enorme abundancia de de la selva del Amazonas. La respuesta está en la composición química del suelo y en las corrientes de aire transoceánicas.
Quizás creas que es imposible que el desierto del Sahara tenga alguna influencia en la selva del Amazonas. Después de son ecosistemas prácticamente opuestos y se encuentran a miles de kilómetros de distancia.
Sin embargo, te sorprenderá descubrir que el Sahara cumple un rol fundamental en el equilibrio ambiental de la selva amazónica. Vamos a ver de qué se trata.
El Sahara y el Amazonas están mucho más cerca de lo que pensábamos
Suena raro decirlo, pero el desierto del Sahara es de los grandes responsables por la supervivencia de la Amazonia. La primera vez que leí sobre el tema no podía creer que la relación entre dos lugares tan diferentes y tan alejados geográficamente, sea de hecho tan cercana.
El Sahara es el desierto de arena más grande del mundo. Ocupa prácticamente todo el norte del continente africano, concretamente 3,6 millones de kilómetros cuadrados y está en constante crecimiento. Su suelo es mayormente infértil y árido, aunque numerosas vegetales crecen en él en determinadas zonas, aproximadamente 1200.
Resulta difícil pensar cómo un lugar tan inhóspito puede ser en parte responsable de la enorme abundancia de vida de la selva del Amazonas. La respuesta está en la composición química del suelo y en las corrientes de aire transoceánicas.
Según las observaciones de la NASA, en promedio, cada año vuelan 182 millones de toneladas de polvo desde el desierto del Sahara hacia América. De esa cantidad, 27 millones de toneladas van a parar directamente a la selva del Amazonas.
¿Pero por qué es tan importante el polvo del Sahara en el Amazonas? La clave está en el fósforo presente en el suelo del desierto, que es un nutriente fundamental para el desarrollo y crecimiento de la vegetación, y es muy escaso en la región tropical.
Ahora bien, ¿de qué depende la cantidad de fósforo que llega a la Amazonia? Según los expertos, la cantidad anual de polvo que se traslada hacia América depende de las lluvias del Sahel, la zona semi-árida del sur del desierto.
Cuanto más seca esté la zona del Sahel, más polvo del Sahara se traslada hacia América y por lo tanto más fósforo llega a la selva del Amazonas. Mientras que, cuanto más húmeda la zona del Sahel, menos polvo se traslada.
Impresionante, ¿no lo crees? ¿Sabías que existía esta relación entre ambos ecosistemas? ¿Qué opinas al respecto? ¿Te imaginas en qué otros lugares del mundo pueden existir fenómenos similares?
Fuente: Ojo científico