Con el oxígeno adicional “se elimina el freno” que el cáncer puede imponer al sistema inmunológico, dijo Michail Sitkovsky, director del Instituto de Inflamación y de Tejidos de Nueva Inglaterra en la Universidad Northeastern (EE.UU.), quien lideró el estudio.
Esto es lo que sucede: los tumores pueden crecer con tanta rapidez que se quedan sin suficiente riego sanguíneo, lo que crea una deficiencia de oxígeno. Esto a su vez, puede alentar a que las células cancerosas produzcan una molécula llamada adenosina, que inactiva los linfocitos (células que combaten el cáncer), explicó el farmacólogo Edwin Jackson, de la Universidad de Pittsburgh (EE.UU.), coautor del estudio.
En estos momentos se realizan numerosas investigaciones para desarrollar medicamentos que puedan bloquear el efecto de la adenosina. Pero el de Sitkovsky se preguntó si llevar más oxígeno al tumor pudiera eliminar esa defensa.
Cuestión de respiración
Así que colocaron ratones con diferentes tipos de tumores pulmonares en que imitan lo que se denomina oxigenoterapia. En concentraciones normales, en el aire hay 21% de oxígeno, pero los hospitales pueden suministrar una concentración de entre 40% y 60% a través de una para tratar varias enfermedades.
Esa cantidad adicional de oxígeno cambia el entorno del tumor de manera que los linfocitos pueden penetrarlo y atacar el cáncer, reportaron los investigadores el miércoles en la publicación Science Translational Medicine.
En las pruebas, los tumores se redujeron más en el grupo con alta concentración de oxígeno, especialmente cuando los investigadores combinaron este elemento con inyecciones de linfocitos, lo que se llama inmunoterapia.
En cambio, el oxígeno adicional no tuvo efecto en ratones modificados genéticamente para que no tuvieran linfocitos.
La inmunoterapia es un campo de gran interés en las investigaciones sobre el cáncer porque los científicos tratan de hallar formas de mejorar la capacidad del cuerpo para combatir los tumores.
El estudio es alentador, dijo la inmunóloga Susanna Greer, de la Sociedad Americana contra el Cáncer, quien no participó en la investigación, pero advirtió que debe probarse en personas.
Fuente: El Comercio