Nuevo estudio cuestiona las creencias sobre la luna llena
Desde hace mucho tiempo científicos y psicólogos han insistido en la falta de evidencias que permitan comprobar una incidencia de la Luna en los asuntos y la conducta humana, pero por alguna razón las creencias siguen existiendo, y se extienden mucho más allá de mitos tradicionales y el folclore.
La luna llena está generalmente asociada a varios aspectos no del auspiciosos, algunos más sobrenaturales como el del lobo, pero también otros menos «mágicos» y bastante extendidos como el insomnio y la locura. El término «lunático» se relaciona con estas creencias.
Algunos de los mitos más conocidos en torno a la luna llena son que los problemas de aumentan durante esta fase lunar, así como la fertilidad, y estos han llevado a que incluso profesionales que trabajan en el área de la salud adjudiquen a la influencia de la luna llena cuando las cosas se agitan más de lo habitual en las salas de emergencia y de partos.
Un nuevo estudio
Jean-Luc Margot, un profesor de astronomía planetaria de la UCLA, decidió analizar más a fondo el fenómeno.
Su intención, según sus propias palabras, es «ilustrar cómo personas inteligentes y generalmente razonables terminan por convencerse de estas creencias asociadas a la luna llena, que en realidad no se condicen con la realidad».
Margot asegura que algunos profesionales que trabajan en emergencia de hospitales o en salas de maternidad creen que en las noches de luna llena se reciben más pacientes o aumenta el número de nacimientos respecto a lo habitual.
Como de los principales problemas, el profesor cita un estudio de 2004 realizado por profesionales de la salud en , que asegura que durante la fase de luna llena aumentan los casos de enfermedades y los partos.
Según Margot, ese estudio está plagado de fallas e inconsistencias, pero ha permanecido incuestionado hasta ahora, contribuyendo a las creencias erróneas. Eso fue lo que lo llevó a realizar este estudio y publicar una refutación.
El estudio de Margot recolecta datos e información que se ha acumulado desde mucho tiempo atrás que sostienen que no hay evidencia alguna de la influencia de la luna llena en los asuntos y las conductas humanas.
Incluso estudios sobre los animales han sido contradictorios. En el año 2000 el British Medical Journal publicó dos estudios que analizaban la cantidad de personas que ingresaban a los hospitales con mordeduras de perro en luna llena. Ambos llegaron a las conclusiones opuestas, uno diciendo que aumentaban y otro que disminuían.
El problema de las creencias erróneas basadas en mitos
Margot se manifiesta además preocupado por el efecto que puede causar las creencias erróneas, extendiéndose mucho más allá de los asuntos de la luna llena. Y parece tener un argumento bastante sólido.
«Las creencias dictan las acciones. Los costos sociales de las creencias erróneas son enormes» escribe Margot.
Y menciona como ejemplos las creencias de que las vacunas no son seguras y de que el cambio climático no es real, así como las creencias religiosas que llevan a la violencia y la destrucción. Todas ellas tienen efectos muy negativos sobre la sociedad.
Estudios y encuestas han demostrado, por ejemplo, que 3 de cada 4 personas en EE.UU. creen en conceptos infundados como brujas, fantasmas o astrología. Además, 6% de la población estadounidense cree que un hecho comprobable y con evidencia científica como la llegada del hombre a la luna, fue todo un montaje.
Con tal de creer en cosas insólitas e increíbles, muchas personas están dispuestas a dejar de lado la realidad y los hechos.
Fuente: Ojo científico