2. No deseches ninguna idea por ridícula que parezca. Quizás no sirva como respuesta para esa actividad puntual, pero puede servir o devenir en una solución genial para otra.3. Tené siempre una libreta a mano: las ideas más creativas suelen aparecer de forma fugaz y pueden irse de la misma manera. Anotarlas es una excelente forma de no perderlas.
4. Hablá con los niños. Sus mentes son más abiertas y permeables que las de los adultos. Pueden tener muchas ideas sobre una misma cosa y realizar nuevas conexiones que un adulto jamás podría imaginar.
5. Hacete las siguientes preguntas:
-¿Cómo hacemos para…?
-¿Qué pasaría si…?
-¿Qué más…?
-¿Por qué no…?
-¿Qué nos estamos perdiendo?
6. Soñá despierta. Cuando soñamos superamos los límites de la razón, creamos nuevos escenarios, personajes y situaciones que serían imposibles en la vida real. Soñar despierta, tratar de desplazar la lógica de la vigilia, puede ser la fuente de numerosas ideas creativas.
7. No temas compartir tus ideas con los demás, nunca sabés qué puede surgir de un intercambio de opiniones.
8. Hacé una lista de cosas imposibles. Luego, fijate cómo podrías hacerlas realidad.
9. Cambiá aspectos simples de tu rutina: otro camino para llegar al trabajo, otra forma de arreglarte el pelo, las uñas y de maquillarte. Tratá de hacer las cosas cotidianas con un orden diferente, así rompés con esas tareas sistemáticas que le impiden a la creatividad fluir.
10. Tratá de conocer un lugar diferente todos los años. No importa cuál sea la distancia.