7 ejercicios para trabajar y reducir la papada
Si no quieres recurrir a la cirugía para eliminar tu papada, gracias a estos ejercicios conseguirás fortalecer los músculos del cuello y la cara, por lo que la reducirás de forma natural.
Bien, llegó el momento de hablar de la papada. Quizá se trata una zona del cuerpo relativamente pequeña, pero que no deja de ser bastante importante, tanto a nivel estético como médico. La acumulación de grasa en esta área de nuestro cuerpo está mal vista en cuanto a belleza, pero también puede ser signo de riesgo cardiometabólico.
Aparte de la acumulación de grasa en esta zona del cuerpo, también se pueden evidenciar papadas flácidas y, por ende, “descolgadas”. Por suerte,existe una solución, que no involucra ningún tipo de cirugía, para tener una papada más sana y estéticamente más presentable; en caso de presentarse sobrepeso, se puede disminuir bajando unos kilos, o simplemente realizando ejercicios que fortalezcan los músculos del cuello y del rostro. A continuación te presentamos una rutina para disminuir la papada.
Lengua de prensa
Primero, empieza por sentarte con la espalda totalmente recta y con los hombro descolgados o hacia abajo, luego extiende el cuello (tire la cabeza hacia atrás, como si estuvieras mirando el techo; una vez en esta posición,presiona tu lengua contra el paladar superior y posterior, mientras flexionas la cabeza (buscando tocar el pecho con la barbilla). Hazlo sin dejar de presionar la lengua contra el paladar superior. Relaja la lengua y vuelve a la posición inicial. Realiza veinte repeticiones de este ejercicio al día.
Gesto de puchero e inclinación
Primero, este ejercicio se puede realizar tanto sentado como de pie. Saca tu labio inferior tan lejos como sea posible (mientras haces el gesto de puchero y contraes el cuello). Luego, contrayendo los músculos del cuello, flexiona la cabeza, llevando la barbilla contra el pecho. Haz este ejercicio sin arquear la espalda o alzar los hombros; al terminar, vuelve a la posición inicial y haz alrededor de veinte repeticiones al día.
La “O”
De igual forma que en los ejercicios anteriores, este ejercicio debe realizarse con la espalda totalmente recta y los hombros caídos. Extiende el cuello (tira la cabeza hacia atrás), cierra los labios y, al cerrarlos, busca formar una “O” con ellos. Mantén los labios cerrados formando la “O” a la que vez que mantienes la posición de extensión del cuello durante, aproximadamente, veinte segundos. Vuelve a la posición inicial y haz diez repeticiones al día de este ejercicio.
“Besando” el techo
Esta vez, el ejercicio se realizará de pie y dejando los brazos colgando por completo. En esta posición, se extenderá el cuello (tirando la cabeza hacia atrás, mirando el techo). Ahora se debe empezar a fruncir los labios, como si intentáramos besar el techo, y hay que procurar extender los labios lo máximo posible, mientras percibimos el endurecimiento de los músculos del cuello y la barbilla. Procura mantener la posición de los labios por lo menos durante cinco segundos y regresa a la posición inicial. Realiza alrededor de quince repeticiones de este ejercicio a diario.
Rotación de cuello
La rotación de cuello se puede realizar sentado o de pie. Debemos erguir la columna lo máximo posible y, a continuación, llevar la barbilla a uno de los hombros y luego al otro. Tenemos que ir haciendo un semicírculo mientras vamos de un hombro a otro, pasando por el pecho. Nos debemos asegurar de que los hombros estén ubicados en una posición descolgada en todo el tiempo de ejecución. Se deben realizar diez repeticiones diarias.
A los lados
En este ejercicio se deberá partir de la siguiente posición: sentado en el suelo, colocaremos una mano apoyada en el suelo y ubicada a diez centímetros de la cadera. Ahora, con la mano derecha por encima de la cabeza, agarraremos nuestro parietal izquierdo y apoyaremos la oreja en el hombro, mientras presionamos levemente con la mano. Haremos este ejercicio durante diez segundos y luego cambiaremos de mano y lado, realizándolo de la misma manera. Realizaremos tres repeticiones diarias.
El juego de las vocales
Partiendo de una posición de pie y con la espalda totalmente erecta, procura decir todas las vocales, de manera pausada y pronunciada, teniendo la boca totalmente abierta. Este ejercicio se repite las veces que sean posibles.