Aquí les ofrecemos una versión de la lista elaborada por la revista ‘Popular Mechanics’:
10. Los plátanos
El plátano es una de las frutas más consumidas en todo el planeta, siendo su variedad más dulce, la Cavendish, la que tiene más demanda. Sin embargo, podría desaparecer de los mercados en poco tiempo. Dos hongos amenazan con destruir todas las cosechas mundiales. Son la Sigatoka negra y el Fusarium TR4, conocido como ‘el mal de Panamá’, que ya acabó en los años 1950 con otra especie de plátanos y ahora regresa diezmando cada vez más plantaciones del Cavendish. Las plagas intentan controlarse mediante fungicidas industriales, que se utilizan hasta cuarenta veces al año, pero los hongos se han hecho resistentes a estas sustancias.
9. Nueva música
Después de analizar una base de datos con un total de 130 millones de canciones, los expertos han llegado a la conclusión de que las melodías de la tradición entonacional europea se agotaron ya en los años 1990 y que todo lo que se ha compuesto en lo que va de siglo XXI son versiones ‘remix’ o ‘reencarnaciones’ de temas antiguos.
8. El vino
Hacia el año 2050 las antiguas viñas de Burdeos, el valle del río Ródano, la Toscana, Chile, Argentina, el sudeste de Europa y el condado de Napa (en California, EE.UU.) pueden quedar inutilizables para cultivar variedades vinícolas de uvas a causa del calentamiento global. Si maduran con más rapidez, las uvas no tienen tiempo suficiente para adquirir las propiedades necesarias para la producción del vino. Los expertos pronostican que esta puede reducirse entre un 70% y un 75% en un futuro próximo, lo que provocará un serio incremento en los precios.
7. El helio
A pesar de que el helio es el segundo elemento químico más abundante en el universo, en la Tierra la presencia de este gas inerte es escasa. Normalmente se extrae del gas natural, que puede contener hasta un 7% de helio. Las propiedades únicas de este elemento, como una temperatura de ebullición extremadamente baja y una alta conductividad térmica y eléctrica, propiciarán hacia el año 2030 un déficit de helio técnico estimado en aproximadamente 75 millones de metros cúbicos. Entonces será imposible conseguirlo para hinchar globos.
6. Las abejas
Los apicultores de Europa afrontan desde el año 2007 un importante problema de disminución de las colonias que afecta ante todo las colmenas de abejas domésticas. En América de Norte el problema afectó también a las abejas silvestres. Entre las causas de la muerte masiva de este insecto social los científicos indican una extraordinaria incidencia de los parásitos que transmiten el virus de las alas deformes, así como la propagación del virus de la parálisis aguda. Pero la razón clave, para la que no se ha encontrado todavía una explicación exhaustiva, es un fallo en la inmunidad de las abejas.
5. Los radionúclidos de uso médico
La medicina moderna es inconcebible sin la aplicación de isótopos radiactivos sintéticos para el diagnóstico y la terapia de distintas enfermedades, ante todo oncológicas. Destaca entre los radionúclidos el tecnecio-99: el primer elemento sintético que ocupó una casilla en la tabla periódica, que se desintegra emitiendo partículas beta de baja energía y sin presencia de rayos gamma. No hay suficientes reactores en el mundo capaces de producir este isótopo, cada vez más solicitado por los médicos. Y, como le ocurrió a Irán, cuando un país construye un reactor para fabricar esta sustancia radiactiva corre el riesgo de que EE.UU. le imponga sanciones.
4. El caviar negro
Para mantener y recuperar la escasa población de esturiones, las autoridades de Rusia han prohibido la exportación de caviar negro, mientras que las de EE.UU. y la Unión Europea prohibieron su importación. Sin embargo, los pescadores furtivos han puesto a esta especie de peces al borde de la extinción. En el mercado negro los precios del caviar llegan a 10.000 dólares el kilo.
3. La sardina común
El cambio climático y la pesca poco controlada provocan una rápida reducción de los bancos de sardina común, especialmente en el océano Pacífico. En un futuro este pescado puede desaparecer de los mercados.
2. Los antibióticos
Los antibióticos no están desapareciendo, pero se están volviendo ineficaces, con lo que su existencia pierde sentido. Los microbios evolucionan constantemente, adquiriendo inmunidad a los antibióticos creados para extinguirlos. Cada año centenares de miles de personas mueren por culpa de las infecciones no susceptibles a estas sustancias. Mientras tanto, las empresas farmacéuticas, regidas por los intereses comerciales, invierten dinero en proyectos más rentables que buscar nuevos antibióticos.
1. Arena
Las playas con mejores condiciones para el descanso pueden perder el recurso que atrae a millones de turistas hacia ellas: la arena. El aumento del nivel de los océanos, tormentas cada vez más intensas y la erosión del litoral en las regiones con alta edificación a lo largo de la costa dejan cada vez menos arena en las playas. Por otro lado, los eventuales intentos de restaurar las playas con arena del desierto no son nada fructíferos, ya que esta arena es demasiada fina y no permanece en la zona de oleaje durante mucho tiempo.