Francisco pide perdón por los crímenes de la conquista de América
Francisco lanzó en Bolivia un histórico pedido de perdón a nombre de la Iglesia, por los crímenes cometidos contra indígenas durante la conquista de América, en una jornada marcada por su apoyo a reivindicaciones sociales, que lo llevaron a ser llamado de “papa revolucionario”.
Francisco cerró el segundo día de visita en Bolivia con su participación en el encuentro mundial de movimientos populares en Santa Cruz (este). Bromista y alegre por momentos, y enérgico en otros, el obispo de Roma pidió ser escuchado con atención cuando abordó un tema sensible en la nación boliviana, de mayoría indígena, por un hecho ocurrido hace más de 500 años.
“Quiero decirles, quiero ser muy claro, como lo fue San Juan Pablo II: pido humildemente perdón, no sólo por las ofensas de la propia Iglesia sino por los crímenes contra los pueblos originarios durante la llamada conquista de América”, dijo el primer papa latinoamericano, ante una multitud que lo aplaudió enardecida.
“Se han cometido muchos y graves pecados contra los pueblos originarios de América, en nombre de Dios”, aseguró, en uno de sus discursos más duros de esta gira que lo trae por Latinoamérica.
Tanto Benedicto XVI en 2007, como Juan Pablo II en 1992, habían hecho alusión a las injusticias cometidas por los colonizadores.
– Papa revolucionario –
La sala estaba abarrotada por campesinos sin tierra, artesanos, recolectores, vendedores ambulantes, transportistas, en cuyas manos, según Francisco, “está el futuro de la humanidad”, y les sugirió organizarse para promover alternativas creativas en su búsqueda cotidiana de las ‘tres T’: trabajo, techo y tierra. “!No se achiquen!” les invocó el papa.
A su arribo a la reunión, en un centro de convenciones de la ciudad, la ceremonialista pidió al público dar la bienvenida al “papa revolucionario”. Francisco realizó su tradicional solicitud para que rezaran por él, pero, conocedor de que en el auditorio no necesariamente hay cristianos, pidió que al menos le envíen su “buena onda”.
El papa cumplirá el viernes su último día en Bolivia, cuando visite la cárcel de Palmasola, y luego partirá a Paraguay, donde pondrá fin a la gira que también lo llevó a Ecuador.
– Economía al servicio de los pueblos –
El pontífice exigió “un cambio” a nivel mundial, que involucre una “economía al servicio de los pueblos” tras condenar “el actual sistema” imperante, “que ya no lo aguantan los campesinos, los trabajadores, las comunidades y los pueblos”.
“Digámoslo sin miedo: queremos un cambio”, clamó el papa y les pidió asumir la idea de “defender la Madre Tierra”, como él invoca en su encíclica “Laudato Si'”
“Ustedes son verdaderos poetas sociales”, dijo el papa dirigiéndose a los movimientos populares, que suelen ser “descartados por los mercados”.
Francisco también condenó que, a veces, “bajo el noble ropaje de la lucha contra la corrupción, el narcotráfico o el terrorismo (…)se impone a los Estados medidas que poco tienen que ver con la resolución de esas problemáticas y muchas veces empeora las cosas”.
Por su parte, el presidente Evo Morales rechazó durante el encuentro los “colonialismos modernos”, e hizo una férrea defensa de los cambios sociales y políticos que se realizaron en su país desde que asumió el poder en 2006.
– Castas en la iglesia –
Francisco también se reunió con religiosos bolivianos y les lanzó un llamado para no convertirse en un “casta de diferentes”, una élite que deja inclusive de utilizar su propia lengua indígena.
El papa sacudió la conciencia de monjas y sacerdotes ante los riesgos que corren de caer en la “indiferencia” o de “seguir las modas”, en lo que llamó el “zapping” de la espiritualidad.
“Hay sacerdotes que les da vergüenza hablar su lengua original y entonces olvidan su quechua, su guaraní, su aymara, porque ahora hablan en fino”, ironizó.
Criticó también a los sacerdotes que piden “sacar de la Iglesia al chico que está llorando”, como si el llanto de un chico “no fuera una sublime predicación”. Consideró también que, con sus actitudes, algunos sacerdotes ya no son pastores sino capataces.
– Cultura del descarte –
Francisco inició su jornada con una misa ante al menos 1 millón de fieles -según cálculos de la Iglesia local- en la Plaza del Cristo Redentor.
“Jesús nos sigue diciendo en esta plaza: ‘Sí, basta de descartes'”, clamó el papa tras criticar la “lógica que busca transformar todo en objeto de cambio, de consumo, todo negociable”.
Francisco condenó también la exclusión de “todos aquellos que no producen” y no ofrecen resultados, sólo porque “no nos dan los números, no nos cierran las cuentas”.
El papa ha elogiado las políticas sociales de Bolivia, que en los últimos años ha registrado un crecimiento económico superior al de sus pares en la región.
“Bolivia está dando pasos importantes para incluir a amplios sectores en la vida económica, social y política del país”, dijo el miércoles el pontífice de 78 años, a quien extirparon parte de un pulmón en su juventud, y que soportó sin mayores contratiempos la altitud de 4.000 metros de El Alto, ciudad colindante a La Paz, antes de viajar a Santa Cruz.