Cómo prevenir el virus de estómago

Conocido también popularmente con el nombre de virus estomacal, cuando se acerca el verano y sobre todo cuando ya nos encontramos en esta estación suele ser muy habitual que los casos tiendan a aumentar de forma alarmante. ¿Por qué? Principalmente porque el calor repercute de manera muy negativa sobre la calidad de algunos alimentos, lo que ocasiona descomposición y la aparición de determinados elementos que lo contaminan. Aunque es cierto que su nombre médico más correcto sea el de gastroenteritis viral.

Entre los virus que suelen causar la aparición de los síntomas característicos del virus estomacal o de estómago, podemos mencionar fundamentalmente cuatro: el rotavirus, norovirus, astrovirus  el adenovirus entérico. No obstante, debemos tener en cuenta que el rotavirus tiende a afectar sobre todo a niños (siendo causa de gastroenteritis graves en los más pequeños), y afectar a su vez a adultos expuestos a niños con el virus. Por ello las personas con mayor riesgo de sufrir una gastroenteritis grave son los niños pequeños, las personas con un sistema inmunitario debilitado y los ancianos.

Por lo general estos virus afectan a una persona o a un grupo de personas que han ingerido el mismo alimento o tomado la misma agua contaminada. Es decir, estos microorganismos pueden entrar en el organismo de la persona ya sea directamente a través del alimento en mal estado o el agua contaminada, o bien mediante objetos de uso común y habitual como es el caso de platos, cuchillos, tenedores, cucharas y otros utensilios para comer. Por otra parte, también es posible la transmisión de una persona enferma a otra.

Los síntomas suelen aparecer dentro de las 4 a 48 horas después de haber estado en contacto con el virus, y entre los más comunes podemos nombrar: diarrea, dolor abdominal, náuseas y vómitos. También pueden darse otros síntomas, como escalofríos, sudoración, fiebre, piel fría y húmeda y dolor muscular.

Consejos útiles para prevenir el contagio de virus de estómago fácilmente

Lávate las manos adecuadamente y con frecuencia

Debemos tener en cuenta que la mayoría de virus que se transmiten de una persona a otra, como por ejemplo es el caso de la gastroenteritis, se producen sobre todo por no lavarse las manos, o no hacerlo en definitiva de forma adecuada y correcta.

Si tienes dudas puedes descubrir cómo lavarte las manos correctamente, pero por lo general es sencillo y muy fácil: en primer lugar lávate las manos con agua caliente, utiliza jabón y frótate con él las manos durante 20 segundos, enjuágate las manos de meno y finalmente sécatelas bien con ayuda de una toallita o un paño seco. Es importantísimo que te laves las manos con frecuencia, especialmente antes de comer y de cocinar, después de haber llegado de la calle o tras ir al baño.

Cuidado con los alimentos

Es importantísimo mantener una correcta higiene al momento de manipular y preparar los alimentos antes de su consumo. Así, por ejemplo, es de vital importancia separar los alimentos crudos de los cocidos, cocer totalmente los alimentos y mantenerlos siempre a temperaturas seguras. También utiliza siempre agua e ingredientes crudos seguros.

Ten especial cuidado con salsas como la mahonesa, que también durante los meses de verano suelen causar problemas como por ejemplo es el caso de la salmonelosis. Por otra parte, extrema el consumo de pescados y mariscos crudos.

Sobre determinados alimentos, mantenlos bien refrigerados, evitando a aquellos que hayan estado más de 24 horas a temperatura ambiente. Igualmente, es adecuado no consumir aquellos alimentos que desconocemos tanto su procedencia como el tiempo que llevan preparados.

A la hora de beber agua trata siempre de consumir agua embotellada, sobre todo si desconocemos o no sabemos de dónde viene.