5 motivos para comer más melón: ¿Te apetece?
Al ser rico en agua el melón es un diurético muy efectivo que nos ayuda a desintoxicar el organismo a la vez que nos aporta vitaminas y minerales.
Hay muchos tipos de melón: melón amarillo, melón de Galia, piel de sapo… Todos son deliciosos, refrescantes y llenos de adecuados nutrientes que incluir en nuestra dieta.
Disfrutamos de ellos en la estación en que más los necesitamos, en verano, y son perfectos para hidratarnos, para elaborar ricos licuados e incluso para acompañar en nuestras ensaladas.
Ahora bien, en ocasiones los consumimos con algo de miedo: ¿Harán que suba de peso? ¿Tendrán demasiado azúcar? ¿Pueden hacer que mi digestión sea más pesada?
No te preocupes. Te aclaramos todas las dudas en este artículo y te invitamos a consumirlos con normalidad.
1. El melón no nos hace subir de peso
Para tu tranquilidad, te diremos que puedes incluir en tu dieta esas cortadas del melón sin temer que se vean reflejado en tu cintura o caderas.
Mientras tu nutrición sea balanceada y libre en grasas saturadas, no habrá ningún problema y no subirás de peso.
Como dato que tener en cuenta te diremos que por cada 100 gramos nos ofrecerá unas 34 calorías. El melón es bajo en grasa y muy alto en nutrientes. Tanto es así que muchas personas suelen llevar a cabo dietas con esta fruta como alimento principal.
No obstante, hay que tener en cuenta que son dietas muy restrictivas y nada recomendables, que se basan en comer a lo largo de un día o dos exclusivamente melón, ya sea en jugos o en ensaladas. No es lo adecuado.
2. Es un buen protector de tu corazón
Si sueles padecer tensión alta o colesterol muy elevado, introduce el melón en tu dieta de forma equilibrada.
Los melones son una fuente rica en licopeno, un tipo de pigmento vegetal quefavorece la salud cardíaca y mejora nuestra circulación.
También te diremos que basta con consumir unos 150 gramos de melón al día, por lo que es ideal si lo incluyes en tus desayunos. Es un tipo de fruta que suele fermentar muy rápido en el estómago, así que no es adecuado comerlo en tus cenas.
No obstante, todo depende de cada organismo. De hecho mucha gente prefiere tomarlo en las cenas porque actúa como un sedante ligero pero, como decimos, todo depende de cada persona.
3. El melón fortalece el sistema inmune
El melón es una buena fuente de flavonoides, minerales y vitaminas esenciales que nos van a ayudar a combatir muchas enfermedades.
Ahora bien, uno de sus componentes más interesantes es la citrulina, una sustancia que el cuerpo utiliza para producir arginina. Se trata de uno de los aminoácidos más esenciales para nuestro metabolismo y para cuidar del sistema inmune.
Disfruta comiendo melón porque tu cuerpo lo va a agradecer.
4. Cuida de la salud de tu piel
Los melones ayudan a cuidar la salud de la piel. Nos hidratan por dentro y por fuera. No tenemos más que recordar su sabor y esa sensación acuosa que nos ofrece al masticarlo: el 80% de la composición de esta fruta es agua.
Además, es rico en antioxidantes, vitamina A, C, calcio, magnesio… todo ello favorece el buen estado de la piel, el cabello, las uñas…
Además, es interesante saber que consumir melón nos va a ayudar a prevenir, por ejemplo, los calambres durante los ciclos menstruales.
Todo ello se debe a su riqueza a base de adecuados minerales y, en especial, al potasio y el magnesio, muy necesarios para la transmisión y generación del impulso nervioso, y para que la actividad muscular sea la adecuada.
¡No lo dejes escapar durante las temporadas en que podemos consumirlos!
5. El melón es un buen desintoxicante
¿Sabías que el melón es un excelente diurético y que actúa como laxante suave? Si lo consumimos de forma regular y, en especial, en las primeras horas del día, nos ayudará a eliminar toxinas y a empezar el día con energías y con un organismo más purificado.
Puedes, por ejemplo, prepararte un buen zumo depurativo cada mañana. Si te es interesante, te damos la receta a continuación. ¡Toma nota!
Zumo depurativo a base de melón
Ingredientes
- 150 g de melón, de la variedad que tú desees
- 10 uvas rojas
- El jugo de medio limón
- 1 vaso de agua (200 ml)
- 1 cucharada de miel (25 g)
- 3 hojas de menta fresca
- 2 cubitos de hielo
Utensilios
- Un cuchillo
- Un mortero para picar la menta
- La batidora
- Un vaso grande para servir
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¿Cómo preparamos este zumo depurativo?
- Es muy sencillo. Elige el melón que tú desees, que sea de la temporada y que no esté muy maduro ni tampoco muy verde. Córtalo a cuadraditos.
- Ahora, pica un poco la menta fresca. De ese modo sus aceites esenciales se combinarán en nuestro zumo natural.
- Obtén el jugo de medio limón.
- Limpia esas 10 uvas rojas.
- Ahora, nos vamos ya a la batidora. Incluye el melón a trocitos, la menta picada, las uvas y el jugo de limón. Bátelo todo hasta obtener una mezcla homogénea. Después, añade el agua y esa cucharada de miel para que quede todo bien unificado.
- ¿Siguiente paso? Disfruta ese jugo depurativo a base de melón en tu vaso favorito acompañado por unos cubitos de hielo. ¡Es delicioso!