Todas las diferencias entre el 5G y el 4G
Está previsto que el 5G se establezca como tecnología inlámbrica definitiva para los teléfonos móviles para el año 2020. A continuación os exponemos vídeos, información y curiosidades para comprender lasdiferencias entre en 5G y el 4G. Actualmente ya existen pruebas de campo que nos avanzan qué prestaciones nos ofrecerán las conexiones 5G y, de algún modo, ver las diferencias con respecto a las actuales conexiones de datos 4G bajo la tecnología LTE-A.
Y están ahí mismo porque en el espacio de dos años, concretamente con motivo del próximo Mundial de Fútbol que se celebrará en Rusia, Ericsson; con el apoyo de la FIFA, pondrá a prueba las bondades técnicas del 5G en los aledaños de los principales estadios donde tengan lugar los enfrentamientos. Mientras tanto, tenemos a nuestro alcance los resultados de las distintas pruebas llevadas a cabo por las marcas más involucradas con la tecnología, en este caso Samsung.
Banda ancha ultra rápida
Como es lógico, el salto del 4G al 5G nos promete un importante avance en la velocidad de transferencia de datos. Las principales diferencias entre las distintas generaciones del estándar de conexión lo apreciaremos en el caudal de descarga. Según los datos disponibles, en condiciones normales el 5G será de la orden de 200 veces más rápido que las conexiones 4G. Hablamos de cifras que se mueven en una orquídea que va de 1 a 10 Gbps, pero no es el máximo teórico puesto que se trata de velocidades de acceso a Internet en movimiento. Si consideramos el punto de acceso y receptor parados, la conexión de banda ancha se multiplica hasta lograr conexiones de hasta 50 Gbps.
Este ancho de banda será tal que, mientras las actuales conexiones 4G bajo tecnología LTE-A pueden alcanzar hasta 300 Mbps, esos teóricos “50 gigas” permitirán descargar archivos multimedia de unos 800 MB en apenas un segundo mientras que con el 4G hablamos de una media de 30 segundos.
Sin embargo, la velocidad no es la única gran característica del 5G. Su capacidad de descarga fomentará su utilización más allá de lo que lo hacemos hoy en día. De hecho, se espera que las conexiones 5G sean para la telefonía móvil lo que la ficha óptica es a la banda ancha fija. Esta premisa hace que las compañías inmersas en el desarrollo y evolución de las redes de quinta generación trabajen sobre perfiles de usuario con consumos del orden de 36 TB.
Nuevos horizontes
Lo cierto es que este volumen de descarga es sumamente elevado, pero hemos de ponernos en perspectiva, de cara al 2020, año en el que se espera que el 5G fomente y potencia la llegada de nuevos modos de comunicación. Por ejemplo, ya no es una quimera la posibilidad de disfrutar de videollamadas en tres dimensiones o mediante hologramas, técnicas que requerirán un gran ancho de banda. También hemos de considerar la llegada del 5G a la realidad virtual, otra posibilidad que será posible gracias a otra de las características técnicas del 5G, que no es otra que la latencia. Si actualmente el 4G ofrece unos valores de retardo reducidos, con el 5G esos datos se verán prácticamente eliminados.
El rendimiento de las conexiones de datos 5G estará condicionado por el espectro radioeléctrico
Sin embargo, las redes 5G contarán con otra característica como respaldo frente al 4G. Y es que las redes inalámbricas IMT Advanced (o IMT 2020 (International Mobile Telecomunications)) tendrán un mejor tiempo de respuesta al handover, o lo que es lo mismo, el cambio de cobertura ofrecido por una antena de telefonía a otra.
En lo que respecta a la eficiencia energética, se espera que los módem compatibles sean un 10% más respetuosos con la batería de los futuros smartphones. En cambio, habrá que esperar futuros acontecimientos a este respecto. Y es que el mayor ancho de banda del 5G requerirá unas especificaciones técnicas mucho más elevadas para estos dispositivos, especialmente en lo que concierne a la potencia del procesador y la cantidad y frecuencia del bus de la memoria RAM.