Escogido todavía mira a distancia a los líderes, a pesar de década dorada
SANTO DOMINGO.- Como ocurrió en las primeras dos décadas de la liga, en las que sus seis coronas fueron el mayor número entre los participantes, el Escogido vuelve a dominar un trayecto, recorta distancia en la tabla histórica, pero sus dos prolongadas sequías (11 y 17 torneos) mantienen al equipo rojo tan lejos como a un ciclo perfecto para alcanzar al puntero.
Las cuatro coronas levantadas por los escarlatas en los últimos siete torneos eleva a 16 su número, detrás de Licey (21) y Águilas (20). Iguala el mejor desempeño en una década para el club que ha uniformado a figuras como Juan Marichal, Sammy Sosa, David Ortiz, Alex Rodríguez y los hermanos Rojas Alou.
Pero no siempre fue tercero, ni tuvo que alzar su cabeza para ver al líder. La novena escarlata, una selección selecta formada en 1921 para enfrentar a los poderosos Tigres, ganó tres de los ocho torneos de la Lidom jugados en la década de 1950 y tres más en el decenio siguiente, cuando se disputaron sólo siete campeonatos a causa de la situación política que vivió el país.
Cuando comenzó el torneo de 1970, los melenudos eran los reyes, pero en los siguientes 10 años añiles y cuyayas se repartieron en partes iguales los trofeos para remontar y despegarse.
Lograr cuatro cetros en la década de 1980 permitió al Escogido igualar en 10 con las Águilas, y con los dos más conseguidos a principios de los noventa dejarlas atrás, y enfilar sus cañones contra su “eterno rival”.
Pero el conjunto amarillo logró entre 1993 y 2008 el trayecto más exitoso que equipo alguno haya logrado con 10 títulos en 16 torneos, y así los de Santiago sacaron una ventaja que todavía hoy los felinos púrpura necesitan binoculares para ver.
Esta diferencia entre los tres “grandes” queda demostrada en las encuestas de preferencias realizadas con rigor científico, que otorgan a azules y amarillos cerca del 70%, mientras que los rojos no superan el 18%.
La adquisición del equipo por parte de un grupo de familias en 2009, que han gestionado el equipo como las reconocidas empresas que manejan y la designación de Moisés Alou como gerente general ese año ha enrumbado a los “coloraos” por su trayecto más exitoso dentro de los 65 años en la Lidom.
En una liga sin vacas sagradas, ni para dueños de equipos, ni para fanáticos, como lo demuestran los 15 dirigentes que trabajaron el curso que acaba de terminar, Alou es el único directivo que mantiene su puesto desde que asumió hace siete años.
A sus buenas relaciones en el béisbol organizado se agrega una gran visión del juego, conocimiento de cómo se juega cada etapa de la liga, y tiene ojo de águila para detectar qué jugador veterano tiene las herramientas que necesita para complementar equipos ganadores.
Mauro Gómez no tenía espacio en los Toros, y con el Escogido se convirtió en un azote, se desprendió de Alex Valdez tras ayudarlo a ganar un título como novato, para sacar lo último que quedaba a jugadores como Fernando Tatis y Julio Lugo.
A Pedro López lo mantuvo cinco años hasta que lo usó cuando más lo necesitaba. Cuando en el sorteo pudo tomar a Hanser Alberto o Juan Carlos Pérez, optó por Carlos Peguero.
En el terreno, sólo Wilkin Castillo y Fernando Rodney sobreviven de ese equipo que terminó con la sequía de 17 torneos en enero de 2010.
Si el regreso de Manny Acta a la gerencia azul se convirtió en una interrogante tras ser nombrado coach de tercera base de los Marineros, la forma en cómo terminó el equipo parece agotar las opciones. Lino Rivera sí es fuerte candidato para regresar a la dirigencia azul.
En la cúpula aguilucha habrá cambios, tras el anuncio de que el presidente Quilvio Hernández no continuará. Los amarillos no celebran desde 2008, una fracción de la espera que han tenido las Estrellas pero una eternidad para el estándar cibaeño, que la campaña pasada sentó a cuatro hombres en el banco, y no pudo clasificar.
Orientales, taurinos y potros también tienen cambios pendientes, y el nombre de Audo Vicente es objeto de subasta entre los equipos del Este.