Francia detuvo este domingo a otras dos personas relacionadas con la matanza de Niza, reivindicada por el grupo yihadista Estado Islámico, mientras los investigadores agregaban nuevas piezas al rompecabezas sobre los motivos del asesino y la preparación del atentado.
Varios testigos, entre los cerca de 100 interrogados por la policía, mencionaron por primera vez que el tunecino Mohamed Lahouaiej-Bouhlel, de 31 años, mostró signos de religiosidad. Su padre en cambio había afirmado que “no tenía ningún vínculo con la religión”, que bebía alcohol y no iba a la mezquita.
Por otra parte, fuentes allegadas a la investigación indicaron que Lahouaiej-Bouhlel, hasta ahora desconocido de los servicios de información franceses, estuvo con el camión en el paseo de los Ingleses el 12 y el 13 de julio preparando el atentado del día 14.
Al penetrar el jueves por la noche con su camión de 19 toneladas en el famoso paseo, atestado de familias y turistas que celebraban la fiesta nacional, Lahouaiej-Bouhlel arrolló a la multitud y mató a 84 personas, entre ellas diez niños y adolescentes, e hirió a otras 200. Entre las víctimas mortales figuran 17 extranjeros.
El domingo, 85 personas seguían hospitalizadas, 18 de ellas, incluyendo a un niño, con pronóstico reservado, informó la ministra de Sanidad francesa, Marisol Touraine.
Según algunos de sus vecinos, el atacante, que la organización yihadista presentó como “un soldado del Estado Islámico”, tenía un perfil de persona desequilibrada, que vivió múltiples “crisis” familiares.
Las autoridades detuvieron el domingo a otras dos personas, un hombre y una mujer, según una fuente judicial. Cuatro hombres del entorno de Lahouaiej-Bouhlel seguían arrestados. Su exmujer, detenida desde el viernes para ser interrogada, fue puesta en libertad el domingo.
Todo indica que el atacante “se radicalizó muy rápido”, aseguró el sábado el ministro del Interior francés Bernard Cazeneuve, en base a testimonios de allegados.
“Nos enfrentamos a individuos sensibles al mensaje de Dáesh [Estado Islámico] que llevan a cabo acciones extremadamente violentas sin necesariamente haber combatido o haber sido entrenados”, añadió el ministro, destacando que se trata de un “nuevo modo” que ilustra “la extremada complejidad de la lucha antiterrorista”.
– “Franceses patriotas” –
Ocho meses después de haber decretado el estado de urgencia en Francia y haber adoptado nuevas les leyes antiterroristas después de los ataques del 13 de noviembre en París, las autoridades francesas hicieron el sábado un llamamiento a “todos los franceses patriotas” para apoyar a las fuerzas de seguridad.
Cazeneuve instó así a los ciudadanos a unirse a la reserva operacional de la policía y de la gendarmería, efectivos que se puede movilizar “rápidamente” en función de los “hechos”. Se trata de la única nueva propuesta del Gobierno tras la matanza, presionado para que tome rápidamente medidas.
La líder de la extrema derecha francesa, Marine Le Pen, exigió la dimisión del ministro del Interior y denunció “carencias gravísimas del Estado en su deber de proteger” a los franceses.
“En cualquier país del mundo, un ministro con un balance tan horrible como el de Bernard Cazeneuve, 250 muertos en 18 meses, tendría que haber renunciado”, dijo.
Las autoridades hacen todo lo posible para tranquilizar a la opinión pública sobre la implicación de las fuerzas de seguridad: “100.000 policías, gendarmes y militares están movilizados para garantizar la seguridad de nuestros ciudadanos”, afirmó el ministro del Interior.
Los efectivos de la operación militara Sentinelle, mantenidos en 10.000 hombres pese a que estaba previsto que se redujeran a 7.000 después de la Eurocopa-2016, seguirán en ese nivel “hasta finales de verano”, anunció por su parte el ministro de Defensa, Jean-Yves le Drian.
En Niza, en los numerosos mensajes depositados en el paseo de los Ingleses de esta turística localidad de la Riviera francesa, se podía percibir el hartazgo de los franceses frente a esta trágica serie de atentados. “¡Paremos la masacre!”, “¡Hartos de matanzas en nuestras calles!” o “¡Basta de discursos!”, se podía leer.
Sumida en tres días de duelo nacional, Francia observará el lunes a mediodía un minuto de silencio. Después de este momento de recogimiento, se reabrirá por completo el acceso al paseo de los Ingleses.