Lista de cosas que los hombres ODIAN de las mujeres
Los hombres somos seres simples, siempre que nos dicen que somos demasiado complicados lo negamos pues usualmente sabemos lo que queremos. Tal vez en la trascendencia podamos ser seres eternamente complicados destinados a inseguridades infinitas, pero en la realidad concreta no tenemos muchos problemas para decidir qué queremos comer o qué queremos hacer. Es por eso que cuando una mujer comienza ese extraño juego de “no sé” y “lo que quieras” puede ser exasperante. Claro, entendemos que les gusten los hombres con iniciativa, pero aparte de que muchas veces realmente queremos que ustedes elijan, también a los hombres les agrada una mujer que sabe lo que quiere y no depende siempre de decisiones externas.
2 – Que esperen que seamos adivinos
Relacionado con lo anterior; muchas veces las mujeres se decepcionan o se enfadan porque el hombre falló en hacer algo que ella había pensado que sucedería. Como algunas personas lo plantean: “las mujeres quieren que sepas lo que quieren sin que ellas mismas estén seguras de qué quieren”. Claro que los hombres pueden hacer un esfuerzo en saber qué quieren, y lo hacen, pero no cumplir altas expectativas no debería ser motivo de enfado.
3 – Inseguridad
No hay nada menos sexy que una mujer insegura. La época de la damisela en peligro terminó y hoy las mujeres que son seguras de sí mismas no son intimidantes, son atractivas. Si un hombre se asusta con eso, realmente no vale la pena. La seguridad refleja mucho más de lo que se aparenta y cuando se les dice algo y se sienten heridas rápidamente o simplemente al no ser capaces de hacer las cosas por voluntad propia, las cosas se tornan aburridas muy fácilmente.
4 – Los beneficios de su apariencia
Esto es un problema cultural, pues no es que sea algo que uno hombre odia de una mujer, sino que los hombres odian de las mujeres en general. Entradas libres, tragos gratis y muchas cosas más que se ganan por el hecho de ser mujeres es algo que se ha exaltado en los últimos años en lugar de buscar erradicarlo. Es claro que detrás de todas estas acciones se buscan otra clase de beneficios y lamentablemente es poco probable que eso cambie.
5 – Las señales confusas/ no dicen lo que piensan
Uno de los más grandes problemas en las relaciones: la comunicación. La guía básica para entender a un hombre no existe, porque sí significa sí y no significa no, mientras que muchas veces las mujeres tienen un abanico infinito de posibilidades que cambia dependiendo el humor que tengan. Sí puede ser no o tal vez, pero tal vez nunca será sí y así continúa.
6 – ¿Qué estás pensando?
Esa pregunta que muchas veces se sale de control al ser repetida una, dos y más veces. Juramos que muchas veces nuestra mente resuelve acerca de las cosas más banales y en algún momento de esplendor espiritual nuestra mente realmente se encuentra en blanco. Cuando los hombres dicen que están pensando en nada realmente lo dicen en serio, y si dicen que estaban pensando en quién ganaría una pelea entre el hijo de Creed en la nueva película de Rocky y Rocky en la cuarta entrega, también lo dicen en serio.
7 – Estoy en cinco minutos
El mexicano tiene una palabra que abarca un periodo de tiempo indefinido, se llama “ahorita“, y la mujer conoce una expresión aún mejor: “estoy en cinco minutos”. No sabemos si cuando se están arreglando esos cinco minutos para ellas pasan de forma normal, pero un hombre esperando puede vivir tres vidas sin darse cuenta. La impuntualidad ha dejado de ser algo de moda y ahora la puntualidad inglesa es lo que está entrando en vigor, esperemos que los infames cinco minutos mueran pronto.
8 – Celos
Es difícil hablar de los celos de una mujer cuando los hombres pueden ser aún más celosos, pero nos referimos a esos celos infundados y muchas veces irracionales que surgen de las personas menos esperadas. Lo celos son un reflejo de la inseguridad y aunque hay quienes dicen que hay celos que surgen por el amor a otra persona, siempre serán algo negativo en la relación. La confianza y el respeto son necesarios para eliminarlos y cuando no hay razones para que existan celos y la pareja aún así lo es, debería ser un punto que tener en vista.