Glazerson se basa en el Génesis, en el versículo 49:1. Ahí, está Jacob en su lecho de muerte y él llama a sus hijos para que sepan lo que vendrá en los días sucedáneos. “Y Jacob llamó a sus hijos y dijo: Juntaos y les diré lo que pasará en los días venideros”. Con base en esta historia, parte su hipótesis.
Como cada letra hebrea tiene un valor numérico, hay todo un sistema para estudiar mensajes ocultos en sus textos, basándose en el cálculo de los mismos. Esto se llama gematría. De esta manera, basándose en el Zohar, el texto primario de la tradición mística del judaísmo, Glazerson hizo la gematría del versículo. Esto significa “Caerá sobre ustedes“, con el número 772. Así que, según el rabino, como Jacob tenía prohibido hablar de todo lo que pasaría hasta que llegara la Redención, esto es un indicativo oculto que está en el verso.
De esta manera, la gematría 772 corresponde al año hebreo 5772, que sería 2012. Pero en el video de entonces, Glazerson mismo dijo que no habían condiciones ni hechos que probaran que esto iba a pasar en ese año. Por ende, usando otras fórmulas y basándose en el año sabático de 2014-2015, volvió a situar el retorno de Jesús en ese periodo de tiempo. Sin embargo, volvió a repetir que las condiciones para que el “Mesías“ llegara no eran del todo satisfactorias”.
¿Cómo se situó la fecha final?
Hablando con el portal Breaking Israel News el año pasado, él afirmó que halló un cálculo que podría ser valioso “estadísticamente” al mostrar una probabilidad en un millón. En su cálculo, halló la sentencia “HaMoschiach Purim” (El Mesías en Purim). Como solo aparece una vez en la Torah, en un rango de 5776 letras, podría venir en el año del Purim, que es este y que comenzó en marzo.
En estos nuevos cálculos, usando códigos mesiánicos, se usaron conceptos como Ben Yishai, clara referencia a la descendencia de Jesús del Rey David. Encontró que estas palabras se cruzaban con el verso del Génesis 49:1. También, la palabra “Moschiach se referían a este año. Añadió que a su vez, la palabra “Eliyahu (Elías el profeta), quien anunció la venida del Mesías, también se cruzaba con las letras que se refieren a este año hebreo.
Escepticismo
Los estudiosos de la Torá, designada en el Pentateuco, creen que en su idioma original, el texto esconde combinaciones de palabras que anuncian profecías. Por eso el libro de Michael Drosnin, llamado “El Código Secreto de la Biblia”, fue tan popular. Sin embargo, hay pruebas y críticas científicas que hacen tambalear toda la teoría.
Por ejemplo, que este modelo es encontrado en otros libros aparte de la biblia. El matemático australiano aplicó la misma secuencia en “Moby Dick”. Dave Thomas encontró más ejemplos en Biblias traducidas. En 1997 salió un estudio refutando el de Drosnin. Alega que la selección de datos es parcializada. Además, la elección de los nombres está hecha para que encaje con las hipótesis del código. Tampoco se han visto los programas originales del Código.
Asimismo, otras profecías no se han cumplido. Se pronosticaba un holocausto nuclear para 2006. No pasó. Aunque de ahí para acá hay preocupación mundial por los experimentos atómicos de Corea del Norte.