7 causas comunes del exceso de gases estomacales
Es conveniente aprender a identificar qué alimentos son los que nos producen gases y procurar minimizar su consumo para prevenir posteriores episodios molestos o dolorosos.
Los gases estomacales o flatulencias son uno de los síntomas más comunes e inevitables en la vida de todos los seres humanos.
Están causados por algunas bacterias que colonizan el intestino, las cuales pueden estar estimuladas por problemas internos o reacciones a agentes externos.
Si bien no son un problema de salud grave, en ocasiones son tan recurrentes que se convierten en un tema embarazoso para quienes los padecen.
Y es que, aunque muchos se pueden disimular, la mayoría se acumulan y tienden a provocar olores desagradables que acaban generando estrés social.
Debido a esto es primordial conocer cuáles pueden ser sus causas y qué hábitos se deben mejorar para reducir su recurrencia.
En esta ocasión queremos compartir las 7 más comunes para que tomes las medidas necesarias para evitarlos.
¡Descúbrelas!
1. Desequilibrios en la flora bacteriana
Los excesos de gases en el estómago pueden ser el resultado de un desequilibrio bacteriano en la flora que protege el intestino.
Esta situación es común tras sufrir una enfermedad digestiva como, por ejemplo, una gastroenteritis o infección.
Dado que el pH estomacal tiende a sufrir un cambio brusco, la producción de gas aumenta y algunas bacterias tienen más facilidad para proliferarse.
- Para estos casos es conveniente incrementar el consumo de alimentos probióticos y prebióticos, idóneos para repoblar las bacterias saludables.
2. Fermentación de los alimentos en el intestino
Algunas bacterias presentes en el tracto digestivo se encargan de fermentar ciertos alimentos para facilitar su descomposición en el proceso de digestión.
Aunque, por lo general, es una actividad que sucede en el intestino grueso, en ocasiones las bacterias pasan al intestino delgado y generan una fermentación temprana.
Dado que los alimentos aún no han sido digeridos completamente, los gases incrementan y descienden por todo el sistema hasta ser liberados como flatulencias.
Lo más preocupante es que pueden provocar inflamación, dolor y otros síntomas que afectan la calidad de vida.
3. Comer demasiado rápido
Las personas que terminan su almuerzo en cuestión de minutos, ya sea por la falta de tiempo o por alguna distracción, tienden a sufrir de continuos episodios de gases estomacales.
Esto se debe a que acaban tragando grandes cantidades de aire durante las comidas, lo cual aumenta la presencia de gases en el intestino y, por ende, posteriores eructos y flatulencias.
4. Consumo excesivo de lácteos
A pesar de que algunas personas nunca han tenido problemas para asimilar los productos lácteos, el paso de los años puede causar graves dificultades.
La edad y la exposición continua a algunos factores pueden disminuir los niveles de la enzima lactasa, responsable de ayudar a digerir los productos lácteos.
Si después de ingerir este tipo de alimentos se manifiestan síntomas o problemas digestivos, lo más probable es que el cuerpo esté indicando la presencia de una intolerancia a los mismos.
- En estos casos la única solución es evitar su consumo, remplazándolos por otras alternativas libres de lactosa.
5. Cambios hormonales
Los cambios hormonales que atraviesa la mujer durante la menopausia, así como los que sufren aquellos con enfermedades de tipo hormonal, conducen a la acumulación excesiva de gases intestinales.
Si bien no se ha podido determinar con exactitud cuáles son las hormonas que provocan esta reacción, está comprobado que quienes lo padecen experimentan cambios evidentes en su actividad digestiva.
- Para controlarlos y disminuir su recurrencia, se recomienda incrementar la actividad física y el consumo de agua.
6. Sensibilidad al gluten
Las flatulencias son una de las señales contundentes de las alergias alimentarias o trastornos como la celiaquía.
Estas condiciones autoinmunitarias conducen a graves problemas de absorción, lo cual hace que el cuerpo tienda a romper el revestimiento del intestino delgado.
A su vez, provocan inflamación en el vientre, dolor y otros síntomas que impiden alcanzar una correcta digestión.
Por lo tanto, identificarlos oportunamente es primordial, sobre todo porque es necesario modificar la alimentación para controlarlo.
7. Acumulación de desechos
El estreñimiento o acumulación de desechos en los intestinos puede convertirse en una causa potencial de gases y otros trastornos digestivos.
Cuando los desechos se quedan retenidos en el colon, la flora bacteriana se altera y se produce más gas de lo normal.
Además, el intestino presenta dificultades para absorber los nutrientes y deshacerse posteriormente de los desechos que no necesita.
- En caso de padecer esta condición, es conveniente incrementar el consumo de agua, fibra y otros alimentos con propiedades digestivas.
Recuerda que la forma más efectiva de controlar este problema es mejorando tus hábitos de alimentación, reduciendo la ingesta de aquellos productos que estimulan su producción.
Atiende cada una de las recomendaciones y consulta al médico si lo consideras necesario.