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Cómo hablarle sobre sexo a tu niño

Posted On 22 Jul 2014
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padres le hablan de sexo a los hijosLos niños pequeños se identifican mucho con las personas de su propio sexo. Ni a los varoncitos ni a las nenas les gusta que los confundan con niñitos del sexo opuesto, y naturalmente, empiezan a detectar las diferencias en sus cuerpos. “Soy niño porque tengo pene. El tío Rafa también es niño, o sea que también tiene pene, y la tía Amanda no, porque es niña”.

Es en esta etapa, cuando los niños también empiezan a preguntar de dónde vienen. Sobre todo si hay un hermanito en camino.
Es natural que a esta edad los niños quieran saber más sobre sus propios cuerpos, y los de sus padres. Y como ya sabes, no les da vergüenza preguntar. Más bien, son los papás quienes se sonrojan cuando los hijos los cuestionan sobre estos temas. Es común que muchos padres prefieran evitar el tema.

Es imposible que un niño pequeño entienda todos los detalles relacionados son el sexo, y no es necesario que lo haga. Además, las explicaciones sobre las erecciones, la menstruación y el parto podrían espantarlo.
Cómo hablar sobre el tema
Actúa con tranquilidad. Cuando tu hijito te haga preguntas sobre el sexo y otros temas complejos, lo mejor es contestar de la manera más tranquila y directa posible para que no piense que es vergonzoso hablar contigo sobre ciertos temas. Eso, por supuesto, es más fácil decirlo que hacerlo.

Si crees que será muy difícil hablar sobre sexo con tu hijito, puedes ensayar tus respuestas, ya sea imaginándote la conversación o practicando con tu pareja. Aprovecha momentos de tranquilidad con tu niño para conversar sobre el tema. Como por ejemplo, mientras arman un rompecabezas o a la hora de la merienda.

Los paseos en auto pueden también ser una buena oportunidad para hablar sobre asuntos delicados. De esta manera no mirarás directamente a tu hijo, lo cual tal vez te resulte menos estresante.

“Lo importante es que los padres no estén nerviosos cuando hablen con sus hijos sobre temas difíciles”, sugiere Jerome Kagan, profesor de psicología en la Universidad de Harvard. “El niño está captando el tono de lo que dicen, no las palabras”.

Da explicaciones sencillas. Para los niños de esta edad, las mejores respuestas son las más breves y sencillas. Por ejemplo si tu pequeño quiere saber de dónde vino, le puedes decir: “Te formaste en la barriga de mamá y ahí creciste hasta que estuviste listo para nacer”.

Es recomendable que nombres correctamente las partes del cuerpo que menciones (pene y vagina, y no palabras como “pipi” y “cuchi”). Así eliminarás la noción de que los asuntos sexuales están prohibidos o son vergonzosos.

Un niño de 3 años quedará plenamente satisfecho con una respuesta sencilla. Mientras que un niño de 4 años tal vez quiera saber más y haga preguntas como las siguientes: “¿Creció Joaquín en la barriga de papá? ” o “¿Cuándo va a salir mi hermanita?”. Contéstale a tu niño, mientras siga demostrando interés, pero no le brindes demasiada información si ves que ya está listo para armar su rompecabezas.

Fomenta su confianza en ti. No importa lo que te pregunte tu niño, procura no reaccionar bruscamente con un “¿De dónde has sacado eso?”. Tampoco evites la conversación diciendo, “Luego te lo explico, ahora vamos a comer”. Tu hijito podría pensar que sus preguntas son tabúes, y que es un niño malo por pensar en esas cosas. En lugar de reprochárselo o distraerlo, elogia su interés diciendo, “¡Qué buena pregunta!” (así también tendrás algunos instantes para pensar en tu respuesta). Al final de la conversación, motívalo diciéndole: “Hazme más preguntas cuando quieras, hijito”.

Claro que nunca sabes cuándo te hará la próxima pregunta. Es posible que tu hijo te pregunte qué es una vagina en la cola del supermercado. Si eso sucede, contéstale en voz baja y explícale que es mejor hablar de las partes privadas de nuestro cuerpo cuando estén en casa. Y aunque esa situación sea vergonzosa para ti, procura no desalentarlo.

Tu pequeño necesita saber que puede hablar honestamente contigo sobre cualquier tema. Esto es fundamental, no sólo durante su niñez, sino también cuando llegue la adolescencia y más allá.

Aprovecha cada oportunidad. No tienes que esperar a que tu niño empiece a hacerte preguntas. Es probable que ya le hayas enseñado algo sobre la sexualidad y la reproducción apuntando a la mamá cabra que amamanta a sus cabrititos en el zoológico.

Existen también muchos libros y videos infantiles que te pueden ayudar a explicarle a tu niño cómo nacen los bebés (un ejemplo es “Mamá puso un huevo”, de Babette Cole).

Enséñale el significado de “privacidad”. Tu niño es capaz de entender que todos tenemos derecho a la privacidad, y también puede aprender que cuando la puerta de tu cuarto está cerrada, tiene que tocar antes de entrar. Asegúrate de hacer tú también lo mismo cuando la puerta de su habitación esté cerrada.

A esta edad, probablemente tu niño no esté muy interesado en tener privacidad (puede que hasta prefiera tener compañía cuando va al baño), pero entenderá mejor la norma de tocar a la puerta antes de entrar si tú también la obedeces. También puede aprender que sus partes privadas son privadas, y que nadie debe tocarlas excepto mamá, papá, la niñera o el doctor; y sólo para ayudarle después de ir al baño o durante un reconocimiento médico.
Qué preguntan los niños y qué contestan los padres
“¿De dónde vine?”. Esta pregunta cósmica y a la vez mundana suele ser la primera que hacen los niños acerca de la vida. Una respuesta sencilla y directa sería: “Te formaste dentro de la barriga de mamá y ahí creciste hasta que estuviste listo para nacer”. Algunos niños querrán más detalles, y en ese caso podrías decir: “Una semillita de papá y un huevo de mamá se juntaron y formaron una nueva criaturita: ¡tú! Entonces creciste en una bolsa especial llamada útero que está dentro de la barriga de mamá”.

Algunas preguntas lógicas que seguirán son: “¿Así se hacen todos los bebés?” (Tu respuesta: “Sí, todos los bebés como tú y los bebés de muchos animales nacen de esta manera”). Y ante “¿Pueden los papás tener bebés?”, tu contestación puede ser: “No. Los bebés sólo pueden crecer dentro de los cuerpos de las mujeres”.

“¿Qué es el sexo?”. La mayoría de los niños pequeños sólo hacen esta pregunta cuando ven o escuchan algo sobre el tema (generalmente de boca de un hermano mayor o en la televisión). Si tu niño te hace esta pregunta, contéstale sin pena. Le puedes decir que “el sexo es un tipo de abrazo que se dan las mamás y papás para demostrarse lo mucho que se quieren”.

Si tu hijito pide más detalles, puedes decirle: “El sexo es una forma que tienen los adultos que se quieren mucho de estar lo más cerca posible el uno del otro, para abrazarse y besarse de una manera muy especial. A veces un hombre y una mujer pueden empezar a fabricar un bebé cuando tienen relaciones sexuales”. Otras preguntas que los niños de esta edad podrían hacer incluyen: “¿Puedo tener sexo yo también? ” o “¿Por qué tienes tú relaciones sexuales?

“¿Me puedes enseñar cómo se hacen los bebés?”. Una vez que tu pequeño aprenda acerca de la “forma especial” que tienen las mamás y papás de besarse y abrazarse para hacer bebés, es posible que te pida una demostración en vivo. En ese caso, responde amable y directamente: “No. Las mamás y los papás sólo hacen bebés cuando están a solas en sus ratos de privacidad”.

“¿Puedo hacer un bebé?”. Ésta es tu oportunidad de hablarle sobre las diferentes habilidades de los cuerpos de los niños y los adultos. “No, sólo los adultos pueden hacer bebés. Tu cuerpo todavía no está listo, pero lo estará cuando crezcas”. Otra pregunta podrían ser: “¿Cómo es que no hacemos un bebé cuando tú me besas y me abrazas?”. La respuesta podría ser: “Porque la manera en que se abrazan y se besan los adultos cuando están haciendo un bebé es muy diferente de la manera en que te abrazo y te beso yo, y porque sólo dos cuerpos adultos pueden hacer un bebé”.

“¿Cómo saldrá el bebé de tu barriga?”. A los niños les fascina el embarazo y el nacimiento. Algunos creen que la mamá vomitará al bebé, o que el papá abrirá el cierre (la cremallera) del estómago de la mamá para que el hermanito salga corriendo. La respuesta más sencilla es: “Después de mucho tiempo, el bebé se pone demasiado grande como para seguir en la barriga de mamá, y entonces tiene que nacer”.

Muchos niñitos entenderán una explicación como: “Nuestro bebé estará listo para nacer cuando necesite más comida de la que tiene en la barriga de mamá. Entonces papá llevará a mamá al hospital y los doctores le ayudarán para que nazca el bebé. La abuelita te cuidará por dos o tres días y después mamá regresará a casa con el bebé y estaremos todos juntos”.

“¿Qué están haciendo tú y papá?”. A muchos padres les aterroriza pensar que su hijo pueda pillarlos teniendo relaciones sexuales. Es algo que les pasa a muchas parejas. También es prácticamente imposible no ponerse nervioso si te pasa, pero inténtalo (y después ponle una cerradura a la puerta de tu cuarto).

Puedes decirle: “Papá y yo necesitamos un momento de privacidad. Si regresas a tu cuarto, iré a ayudarte en un instante”. Después ponte la bata, respira hondo, componte y ve a hablar con tu hijito. “Papá y yo estábamos demostrándonos cuánto nos queremos. Normalmente cerramos con llave la puerta, porque es algo que se hace en privado, pero esta vez se nos olvidó”.

Dependiendo de cómo reaccione tu niño, podrías preguntarle: “¿Estás molesto? ” o “¿Necesitas algo más?” Asegúrate que tu hijo no esté asustado o preocupado por lo que vio, y recálcale que él no hizo nada malo (no lo reprendas diciendo, “¡Deberías haber llamado antes de entrar!”).

La reacción de tu niño podría variar entre el disgusto (“¿Papá te estaba haciendo daño?”) y la curiosidad (“¿Por qué hacían esos ruidos?” o “¿Estaban luchando?”).

Si parece que a tu niño no le preocupó lo que vio, no le des demasiadas explicaciones. Tal vez no alcanzó a ver mucho, si el cuarto estaba a oscuras o si ustedes estaban bajo las sábanas. Basta con que le digas: “Mamá y papá estaban disfrutando un rato especial juntos” o “Nos estábamos abrazando porque nos queremos mucho.

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