Entre el abuso de Medio Ambiente y el apoyo de las autoridades municipales, navegan los pescadores de Sosúa #Fotos #Video
Sosúa.- En la madrugada del 2 de Mayo, llegaron a la desembocadura del Rio de Sosúa un contingente de militares que cualquiera pensaría que comenzó la guerra de USA-Corea, solo para destruir el local del restaurante de la Asociación de Pescadores; alegando que el mismo se construyó de manera ilegal. Este viernes 5 de Mayo las autoridades municipales se reunieron con los miembros de la asociación y le garantizaron un apoyo incondicional ante el problema del hoy destruido local.
Al momento de la llegada del pelotón militar, los habitantes de los alrededores se espantaron por el ruido de la maquinaria destruyendo el local, el cual los pescadores intentaron defender días previos al hecho. Entrevistados en el lugar opinaron que fue abusido el trato de las autoridades del Ministerio de Medio Ambiente, en manos del Ministro Francisco Domínguez Brito, ya que se debió ponderar que el restarurante era el local usado como club de la Asociación y cuando se inició la construcción alguien debió deternerlos, lo que hubiese evitado que ellos incurrieran en préstamos y crear la situación que hoy viven.
De su lado las autoridades municipales, representados en casi la totalidad de los concejales: Oscar Luis Gómez Salazar (Presidente), Lilliam Ceballo, Yina Vallejo, Aquila Medina, Radhamés Guzmón, y la presencia de la alcaldesa Licda. Ilana Neumann, quienes les garantizaron que apoyarán a la Asociación de Pescadores de Sosúa, ya que consideran que lo acontecido es producto de un mal entendido, siendo los pescadores los verdaderos perjudicados hoy en día por solo poseer los escombros de su inversión.
Al final de la reunión de este viernes fue creada una comisión compuesta por la alcaldesa, dos concejales y por lo menos dos miembros de la asociación, misma que buscará una pronta solución al abuso, malentendí o como se le quiera llamar.
Esperemos que los pescadores al final no carguen con el peso de la negligencia por no ser comunicado a tiempo que no podían construir o que necesitaban un permiso.