En el corazón de Estados Unidos, en Carolina del Sur, se encuentra la mayor fábrica de BMW del mundo. En Spartanburg trabajan 10.000 empleados y se producen 1.400 vehículos cada día.
Un gigante alemán en peligro en el corazón de EEUU
Pero los empleados están preocupados por la repercusión de las políticas arancelarias de Donald Trump en sus empleos.
“Si el sistema entero no funciona entonces seguro que tendremos que pensar sobre todos los trabajos”, dice un trabajador.
“Probablemente los contratistas nos recortarán. La gente no construirá nada si no tiene dinero”, afirma otro.
El 70% de los coches producidos aquí están destinados a la exportación. La fábrica es la mayor exportadora de vehículos de Estados Unidos, por delante incluso de Ford y General Motors.
El presidente de la Cámara de Comercio de Spartanburg, Allan Smith, asegura que el bienestar de la región depende de la fábrica de la compañía alemana. Aunque apoya a Donald Trump, no está de acuerdo con su política comercial:
“BMW hizo renacer no solo a nuestra comunidad, sino también a nuestra región, a todo lo que ves en el centro de la ciudad. Negociar acuerdos comerciales a expensas de los empleos en Spartanburg es un enfoque equivocado”.
Los efectos ya se han empezado a notar en la ciudad y en las 400 empresas que se instalaron aquí siguiendo los pasos de BMW.
El precio del acero ha aumentado un 22% en solo tres meses, según el republicano David Britt.
“No creo que el presidente tuviera la intención de que pasara esto. Necesitamos que se corrija lo antes posible”.
Britt asegura que si la guerra comercial se recrudece, estarían en riesgo casi 40.000 empleos en Carolina del Sur.